martes, 17 de diciembre de 2013

Invisibles

Cuando nos creemos hartos de todo, podemos alcanzar el supremo estado de la indiferencia absoluta. Convertir en invisible la realidad que transita ante nuestros ojos. Mirar para otra parte….Silbar.

No salgo de mi asombro al contemplar como una sociedad (la nuestra) hace ya tiempo que tiró la toalla en el empeño por conectar las diferentes culturas y procedencias de quienes la componen.
Vivo en un pueblo como cualquier otro, una pequeña ciudad de 24000 habitantes, en la que de un presupuesto de muchos millones se destinan concretamente CERO euros a políticas de integración de la población extranjera en la sociedad. A juzgar por este “esfuerzo” presupuestario, cualquiera diría que aquí no hay extranjeros conviviendo con nosotros, pero la realidad es bien distinta.
Calahorra tiene una población inmigrante (a 2012) cercana al 17 %, con una variedad de procedencias que supera las sesenta nacionalidades distintas. Así mismo presenta un porcentaje de ciudadanos extranjeros superior a la media de la Comunidad Autónoma que se sitúa en un 14%, y muy superior al del conjunto del Estado que es del 12%, (también con datos de 2012).

Entre esta amalgama de culturas y procedencias diferentes, destacan -por número de integrantes- los procedentes de Marruecos, Rumania, Colombia, Ecuador , Argelia , Portugal y Brasil.

La distribución de la población extranjera por las distintas zonas del municipio es irregular, si bien se acentúa su importancia en el Casco Antiguo, con una media próxima al 28%. Esta media se ve ampliamente elevada en determinadas áreas de dicho Casco Antiguo donde los extranjeros llegan a ser el 47% de la población.


Hasta 2011,(antes de que el Partido Popular alcanzara el Gobierno de España), cada año llegaban a la ciudad dineros procedentes del Estado para la puesta en marcha de programas y proyectos destinados a fomentar la integración social de estas personas, que no olvidemos conviven mezclados con la población autóctona y, precisamente por ello, cuanto más integrados estén, menores serán los problemas que la convivencia entre diferentes culturas genere.
En la actualidad, no existe voluntad ni presupuesto para algo , que en una sociedad tan mezclada sería irrenunciable: políticas, proyectos, actividades y programas que busquen el acercamiento y conocimiento mutuo entre las diferentes culturas, porque está demostrado que solamente puedes llegar a respetar y entender a los demás cuando los conoces. Aunque tal vez a muchos -de forma individual o colectivamente- no les interese demasiado conocer al vecino. Eso es lo que se destila al analizar la atención que administraciones, colectivos sociales, asociaciones etc., prestan a esta cotidiana realidad….Tan invisible para algunos como real para todos.

Distribución porcentual de la población extranjera por sectores.

1 comentario :

  1. Al vivir en las zonas más alejadas del casco antiguo no nos molestan. Únicamente se hacen visibles si los utilizamos para ganar alguna batalla en las que los ganadores nunca serán ellos.

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