jueves, 14 de septiembre de 2017

Podemos. Un circo a cuatro pistas.


Escribió el gran poeta Evaristo Páramos: “Has venido a salvarnos, de la otra parte del mundo, nos traes la solución a todos los problemas, pero eso es por tu cuenta y riesgo, yo quiero saber quién cojo*** te ha llamado

Cuando el pasado 1 de abril de 2015 Raúl Ausejo ganaba las primarias de Podemos en La Rioja, el proyecto de la formación morada parecía ilusionante y cualificado. Pero no aguantó ni a las elecciones de mayo del mismo año.
Se lo fundieron a él y a toda la lista que le acompañaba, colocando Pablo Iglesias desde Madrid a una nueva capitaneada por Germán Cantabrana.
Germán también fue defenestrado cuando no llevaba ni un año como portavoz, sustituyéndolo el número tres de la formación Juan Calvo.
Tampoco Calvo iba a durar mucho, ya que fue sustituido en enero de 2017 por la número cuatro de la lista, la calagurritana Ana Carmen Sainz.
Entre medias, hace un año y medio, Francisco Javier Garrido se hacía con la Secretaría General ( que en su día se usurpó a Ausejo), y lo hacía derrotando en primarias a Luis Illoro, que es en gran medida quien articula la acción de los diputados “morados” en el Parlamento regional. Fueron unas elecciones internas (primarias) en las que tan sólo participó el 16% de los inscritos…El 84% restante ni se molestó en votar.

En los últimos meses, leemos asiduamente en la prensa los líos entre unos y otros. Esta tarde el último a cuenta de un tuit de Cantabrana que ha molestado mucho a la alcaldesa de Logroño (Cuca Gamarra), pese a que cualquiera que conozca a Germán sabe fehacientemente que es en esencia una buena persona, y que nada que diga o escriba lo hace en la intención de faltar. Pero es sabido que los hipócritas tienen la piel muy fina y la cara muy dura.
Un tuit en el que se preguntaba si la alcaldesa pretendía construir su mausoleo en la estación de autobuses y que ha sido rápidamente desautorizado por su propio partido. Cosa rara o poco habitual.
Pero chorradas de twitter al margen, son recurrentes ( y se lanzan de unos a otros) las acusaciones de todo tipo; de falta de trabajo, dejación de funciones, ausencias injustificadas…. Apropiaciones indebidas de salarios y otras lindezas que han llenado las páginas del periódico. Parece que la discrepancia no es solo de proyectos o de personas, (algo normal en otros partidos), ni tampoco algo circunstancial ceñido a periodos de elecciones internas, sino que alcanza de lleno la esfera privada.

Sainetes internos a un lado, a mí lo que personalmente más me alucina es la imprudencia política de quienes llegaban (eso decían ellos mismos) a la escena pública para dar lecciones de todo a los demás, y que han terminado por ser el ejemplo más palmario de aquel refrán tan castellano que dice “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”.

Hoy mismo, en el Parlamento de La Rioja la diputada de Podemos, Sra. Natalia Rodríguez al mismo tiempo que no apoyaba la propuesta del PSOE para redactar una ley consensuada contra la violencia de género (se aliaban con Cs y Partido Popular que tampoco la apoyaron) , se permitía la desfachatez de acusar al Partido Socialista y a su portavoz Ana Santos de no hacer nada en dicha materia. Certificaba con ello su monumental desconocimiento sobre la historia de la lucha contra la violencia hacia las mujeres que ha abanderado (y abandera) el Partido Socialista en España, y la trayectoria personal de la diputada socialista.

Pero fuegos de artificio a parte, la triste realidad es que Podemos no es ejemplo de nada, a no ser de cómo una lucha de poder encarnizada se eterniza y mezcla con un manual de mantras que se repiten mecánicamente, ajenos a la realidad que nos circunda.