domingo, 1 de abril de 2018

Cambien las banderas

Este 2018 nos traerá muchas cosas nuevas y se llevará otras. Una de las que desaparecerán será el actual Jefe de la Policía Local de Calahorra, que según confirman fuentes de toda credibilidad se jubilará antes de finalizar el año. Una jubilación que puede ser la oportunidad para recuperar un servicio esencial y francamente mejorable.

Dejará la policía con un balance ciertamente cuestionable, gracias al abandono y la desidia que ha permitido – y alentado- el concejal de Policía y Tráfico, el señor García Rivero en las dos ultimas legislaturas.
Bajo el mandato de este concejal del Partido Popular el sectarismo y el amiguismo en materia de tráfico ha alcanzado niveles de auténtico escándalo, dando carta de naturaleza a la concesión de favores discrecionales y permitiendo situaciones que son en sí mismas flagrantes infracciones a la normativa.

Bajo este perjudicial binomio, en Calahorra se han cometido las mayores tropelías en materia de tráfico ( como la famosa y chapucera “semi-puede-hoy sí-mañana no-peatonalización” de Paletillas), la concesión y el mantenimiento de vados permanentes irregulares a “determinadas personas”, cambios de sentido parciales en calles que nadie había solicitado…Permisividad ante la utilización de placas de vado ilegales que a día de hoy se siguen utilizando fraudulentamente…Falta de profesionalidad, incapacidad manifiesta para optimizar los recursos humanos, permisividad ante “determinadas personas” que se pintan rayas amarillas en plena vía pública donde les da la gana, y un absoluto desprecio hacia los ciudadanos cuando le han trasladado sus necesidades y problemática.

Hace unos días los propios sindicatos de policía local de Calahorra enviaban una nota de prensa a los medios de comunicación poniendo en evidencia la incapacidad de García Rivero para la gestión de dicho cuerpo. Una responsabilidad que es compartida con el Jefe de policía.
Denuncian estos sindicatos que en dependencias policiales hay calabozos destrozados sin reparar, que la calefacción está averiada en las dependencias comunes y vestuarios de los agentes. Que es manifiesta la falta de organización y gestión de contrataciones tan esenciales como la de combustibles, que los vehículos que utilizan están agotados... Son muchas las áreas desatendidas.

Como caso más paradigmático yo señalaría la pintoresca situación que se vive con el último coche adquirido para la Policía Local, un vehículo que (salvo en contadas ocasiones) utiliza a exclusividad el propio Jefe, mientras que los agentes usan otros vehículos cargados de kilómetros, rebasando los 300.000 kilómetros de servicio en algunos casos.
Lo más sangrante es que este vehículo, (Toyota” Auris” 140H, híbrido con un precio de 25.230€ IVA incluido) se compró "híbrido" gracias a la insistencia de la oposición, para que contaminase menos que los viejos, y resulta que solamente se usa para las tareas administrativas del Jefe y poco más, con lo que desde su compra en 2016 no ha llegado ni a los 4.000 kilómetros de uso. Algo totalmente inaudito que solamente puede pasar en un cortijo como el de García Rivero.

La pauta de cómo se gobierna este servicio se contempla con nitidez colocándose frente a su edificio. En la fachada verán un grupo de banderas destrozadas y deshilachadas. No sienten pudor ni para cambiar la enseña nacional.

2 comentarios :

  1. Las banderas y la comisaría de la policia local están exactamente igual de avandonadas que el resto de la ciudad. Espero que para la jura de bandera la bandera se la traiga el ejército porque ninguna de las que hay por Calahorra está en condiciones.

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  2. Vergüenza les tenía que dar a García Rivero y antecesores, así como a Pagola y Martínez Portillo haber tenido a este personaje como jefe de policía, es incompetente y muy listo porque ha sabido cobrar sin trabajar con el beneplácito de sus superiores. Por qué se le ha dejado hacer el no hacer nada de nada ?. Los dos alcaldes han tenido muchísimas quejas, pero han hecho oídos sordos, por qué seraa ? .

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