jueves, 29 de noviembre de 2018

Un nuevo Ayuntamiento para la ciudad

En estos días en los que se habla de edificios con mayor o menor historia; con mayor o menor riqueza arquitectónica y mayor o menor dignidad en los usos que se les han dado, vamos a fijar la vista en un edificio emblemático de Calahorra. En la casa de todos. Su Ayuntamiento.



En plena Guerra Civil, el entonces alcalde ( y reputado franquista) José María Frontera de Haro decide construir un nuevo edificio para albergar la Casa Consistorial. Corría el año 1938.
Frontera de Haro ya había tenido tiempo suficiente para asesinar ( y ordenar asesinar) a más de 200 personas y consideró que había llegado el momento de ponerse a gobernar una vez librada la población de anarquistas, socialistas, sindicalistas y cualquier otro republicano que osara levantar la voz.

El 14 de junio de 1938 eleva una carta al Gobernador Civil en la que le comunica su intención de construir un nuevo ayuntamiento para Calahorra. Alega en su misiva que “Hoy el Erario municipal está tan floreciente que se hallan satisfechas y por tanto al corriente todas las obligaciones y liquidadas casi en su totalidad las deudas”
Comunica así mismo su pretensión de que se consigne la cantidad necesaria en el presupuesto para el ejercicio 1939 con el fin de adquirir los terrenos y que se encargue al arquitecto municipal el estudio del proyecto base ceñido a un costo entre 300.000 y 350.000 pesetas.
 Acaba la misiva con un “II Año Triunfal”

La intención del Ayuntamiento, tal y como queda reflejado en las actas, era construir un Mercado Municipal de Abastos en los terrenos ocupados por el Ayuntamiento (Plaza del Raso) que se ejecutaría una vez realizada la nueva Casa Consistorial.
Como consecuencia de esta intención, entra en escena el arquitecto Agapito del Valle, el cual ha sido contratado como arquitecto municipal tras la sublevación militar.

El 17 de junio de 1938 el alcalde le ordena la realización de dos proyectos, uno de ellos para la nueva Casa Consistorial.

En Mayo de 1939 presenta un proyecto para construir el nuevo edificio, que como mayor propuesta sería de base cuadrangular con una gran torre en una esquina, lo cual viene a ser algo recurrente en muchos de sus proyectos, como la propia casa cuartel de la Guardia Civil.

El 17 de agosto de 1938 se acuerda adquirir los terrenos que en la actualidad ocupa el Ayuntamiento, a su propietario, D. Felipe Ezquerro Cordón, por una cantidad de 60.000 pesetas, cantidad que en la propia acta se reconoce como desproporcionada para la tasación realizada, pero que se termina pagando (sería afecto al régimen).
El pleno adopta el acuerdo de la compra con un voto en contra; el del concejal “Oliván” que alega que sacar el Ayuntamiento de la Plaza del Raso es negativo porque desplaza el centro de la ciudad, e insiste en que se construya en la misma plaza….Un visionario sin duda

El 10 de febrero de 1942, bajo la alcaldía de Antonio Martín Pérez (alcalde nombrado por el franquismo tras finalizar la Guerra Civil. Frontera de Haro fue nombrado Gobernador Civil de Cuenca en marzo de 1939 ) se reúne el pleno municipal para dar cumplimiento de un préstamo de 1.700.000 pesetas que había concedido el Instituto Nacional de Previsión a cuyo cargo pretendían construir el nuevo Mercado de Abastos y la nueva Casa Consistorial.

Tres días más tarde se acuerda convocar un concurso de proyectos para el nuevo “Palacio Municipal” con los siguientes premios:

1er Premio: 8.000 pesetas
1er Accésit de 1250 pesetas
2º Accésit de 750 pesetas

El concurso se publicita en varios periódicos a nivel nacional, junto con el correspondiente al Mercado Municipal de Abastos.

El proyecto de Agapito Del Valle finalmente no llega a realizarse, y en su lugar se convoca un concurso de ideas que aparece publicado en el Boletín Oficial del Estado de 20 de Febrero de 1942 y al que se presentan un total de 5 proyectos a cargo de los siguientes equipos de arquitectos:

- Casimiro Díaz Gorriz
- Vicente Baztan Pérez y Fermín Moscoso Del Prado
- Manzano Monis, López Morales y Galán Lechuga
- Enrique Ovilo y M. Sánchez Conde
- Antonio De La Vega.

El jurado se reúne el 29 de julio de 1942 en Calahorra y lo compone una terna de arquitectos, Regino Borobio y Ojeda, Alberto Huerta Marín y Luis González Gutiérrez fallando el primer premio al proyecto presentado por los arquitectos Baztán y Moscoso, que son quienes construyen el Ayuntamiento que actualmente se ubica en la Glorieta de Quintiliano , y otorgan 2 accésit a los proyectos de Ovilio y Sánchez Conde y al presentado por Manzano, López y Galán.
El proyecto elegido y ejecutado presenta un presupuesto de 755.857 pesetas.

Una de las opciones desechadas, que contó con la distinción del 2º Accésit fue esta:



Si te interesa más información sobre Agapito del Valle clica aquí :
Lo que no te habían contado sobre el cuartel de la Guardia Civil

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3 comentarios :

  1. Se agradece enormemente la campaña de popularización de la arquitectura local en la te hayas inmerso, pero ya puestos, y teniendo en cuenta que estas hablando de un concurso, nos podrías haber mostrado imágenes del resto concursantes si es que se dispone de ellas.
    Por cierto, en mi opinión, el dibujo de la propuesta de Agapito del Valle no tiene nada de mala pinta, sobre todo comparado con el edificio actual que conocemos o con el accésit del que si hay imagen.

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    1. También se agradece tu insistencia.

      No me hallo inmerso en campaña alguna, y no se muestran más imágenes por alguno de estos dos motivos:

      A) Soy yo quien decide qué fotos poner y cuales no.
      B) Que solamente existan planos de las dos construcciones reflejadas.

      Ha sido por la segunda

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  2. Muy interesante.
    Desconocia que hubiera habido un concurso de ideas.
    Es muy habitual en regimenes dictatoriales borrar el rastro de lo anterior e imponerse por todos los medios incluido el urbanismo.
    Las primeras corporaciones democráticas supieron despejar Calahorra de buena parte del peso simbólico de la dictadutd franquista troqueland sobre ellos la simbología democratica.
    Cambiaron los nombres en las calles (lo que ahora genera polémica en algunos municipios porque no se hizo en su momento) y en el Ayuntamiento cambió la gran vidriera. Del escudo del régimen de pasó al de la ciudad.
    Y menos mal que se hizo en esos primeros años porque si no seguiríamos con ellos.
    No hay más que ver qué hizo falta una ley y una denuncia para eliminar el escudo franquista del cuartel.

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