martes, 22 de abril de 2014

Ángel Oliván: la escuela pública que educa en la integración.



Una buena educación en el respeto a los diferentes es la mejor manera de construir personas válidas para la sociedad.

Educar en la integración es una materia complicada que no se imparte en todas partes, pero que en las escuelas y colegios de un país como España (frontera entre dos realidades sociales) tendría que ser fundamental.
Los colegios públicos soportan una mayor afluencia de alumnos de procedencias diferentes, cosa que no debiera ser así, ya que la educación concertada también se nutre de presupuesto público (y por tanto ) el Estado , -o las Comunidades Autónomas- tendrían que ejercer una mayor tutela a la hora de distribuir a los alumnos procedentes de familias extranjeras. La realidad nos dice que salvo contadas excepciones (que las hay) son las escuelas públicas las que mayor volumen de niños y niñas de origen extranjero acogen en sus aulas, son por tanto los centros que en mejor disposición están para poner en marcha actividades de integración como la que la pasada semana se ha desarrollado en el Colegio Público Ángel Oliván de Calahorra. Un centro que siempre ha destacado por la calidad de la educación que allí se imparte y por tener un ambiente de cercanía afectiva y social con el barrio que lo acoge. La intensa actividad de su asociación de padres y madres de alumnos, se ha unido tradicionalmente con un profesorado preparado, con capacidad de empatía y ganas de trabajar…Un comedor excelente a la antigua usanza (con cheff de primera incluido), conserje como “ si fuera de la familia” y una indiscutible simbiosis de todo el conjunto con la realidad social circundante.

Algunos padres y madres buscan entre sus preferencias colegios con bajo índice de alumnos foráneos, o sin ellos. Como si pretendieran apartar a sus hijos de una realidad que es ineludible, de la cual hay que sacar todo lo positivo y combatir lo negativo, siempre desde el conocimiento mutuo y el respeto al diferente.
Yo por el contrario considero que el aprendizaje en convivencia con la realidad social en la que vivimos es la mejor y mayor garantía de una educación exitosa. Por ello elegimos para nuestras hijas este colegio, el Ángel Oliván… Y a la vista de los excelentes resultados académicos y la gran educación en la ética como personas -y el respeto a los diferentes- con la que han salido las tres, no podemos estar más contento.

Bajo el lema de “unidos funcionamos mejor”, niños de once nacionalidades distintas han montado – con la ayuda de sus profesores- una exposición de objetos y artesanía de sus países de origen, para el disfrute y conocimiento del resto de sus compañeros, con los que cada día comparten clase. Los padres de algunos de ellos también han participado en la actividad, elaborando postres y dulces tradicionales, así como realizando tatuajes temporales y explicando otras tradiciones culturales.

Un nuevo ejemplo de cómo la sociedad va un paso por delante de las administraciones.

Felicidades a todos los participantes y especialmente al personal y profesorado de esta escuela pública...A los (y las) que ya se han jubilado, a los que pasaron temporalmente, a los actuales y a su joven director.

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