El policía en la cárcel y los irresponsables en sus puestos.

Ayer sábado, Diario La Rioja daba a conocer en su portada la sentencia de la Audiencia Provincial contra un oficial de la Policía local de Calahorra, por detención ilegal de un ciudadano que tras dirigirse a reclamar información sobre una multa de tráfico al cuartel de la policía local de Calahorra, fue detenido.

También, según refleja el diario, fue tratado de forma irregular y desconsiderada por parte del policía condenado a cinco años de cárcel, ocho de inhabilitación y a pagar una indemnización de 3000 Euros.
El Policía ha sido castigado y a juzgar por los comentarios que me llegan..Todos tan contentos.

Pero no podemos quedarnos sólo en el mero hecho de una conducta reprochable e intolerable por parte de un Agente, al que precisamente se le presupone todo lo contrario por su condición de tal. El oficial de policía, que tan dura (y contundentemente) ha sido condenado por una detención ilegal, no acababa de caer del cielo, no... Llevaba nada más y nada menos que 28 años en el cuerpo de la policía local de Calahorra, la mayor parte de los cuales a las órdenes y bajo el mando de sus actuales jefes….Políticos y jerárquicos.

Si este oficial de policía ha llegado hasta aquí, sin recibir otros correctivos, una mejor instrucción, una recolocación, un reciclaje u otras medidas disciplinarias para prevenir que se llegara a este lamentable resultado final, ha sido porque desde sus responsables políticos y jerárquicos se ha mirado para otra parte ante determinadas conductas, y lo que es peor, en otras se ha patrocinado, promocionado, respaldado y alentado a quien las practicaba.

Los problemas generados en determinado turno de noche de la Policía Local de Calahorra se vienen produciendo desde hace muchos años. No es nada nuevo y esta situación irregular la conocía todo el mundo.
Problemas con los ciudadanos, y también entre los propios agentes de Policía, han sido situaciones vividas con recurrencia en Calahorra en los últimos 10 años, que el Jefe de Policía ha sido incapaz de atajar. Esto es así de evidente y alguien tendrá que decirlo.
Ha sido precisamente dicho Jefe quién ha mirado para otro lado durante años, dando carta de “naturaleza insolucionable” a problemas y conductas que eran de su estricta competencia solucionar.

Un puesto de Jefe de Policía implica tener responsabilidad y mando sobre los agentes….Impedir y atajar de raíz conductas contrarias a la ley y los buenos usos, garantizando la convivencia y el respeto a los derechos ciudadanos y, ante todo, poner orden y disciplina entre los funcionarios de policía.

Estos lodos que ahora salpican la honorabilidad de un cuerpo de policía que es ejemplar, antes fueron leves limos que se dejaron ir a más.
El actual Jefe de Policía es uno de los grandes responsables de haber llegado hasta aquí, y por ello debería ser sustituido en la jefatura de policía, por otro compañero con la preparación necesaria y el impulso imprescindible para reconducir una situación como la que vivimos… Pero pese a todo, no es el único responsable.

Durante más de 20 años Javier Pagola y Luis Martínez-Portillo han desempeñado la jefatura política de la Policía Local. El primero como alcalde, y el segundo como concejal delegado de policía y también como alcalde.
En todo este tiempo, han dado la sensación de ser condescendientes con las situaciones poco edificantes generadas por determinados Agentes de Policía. No han dudado en respaldar a algunos en situaciones similares, incluso asistiendo a los juzgados para apoyar y refrendar a los Agentes que las protagonizaban. Tampoco han dudado en poner los servicios jurídicos del Ayuntamiento a su disposición y posiblemente "medrar en las instancias más oportunas" para salvar la cara de sus funcionarios. Una conducta discutible que un buen día se terminó.
¿Y por qué se terminó?....Esa es una buena pregunta. Fue posiblemente en 2014, cuando el hoy condenado presentó una denuncia ante la fiscalía poniendo en su conocimiento conductas (a su entender delictivas y prevaricadoras) del Jefe de la Policía Local, del antiguo alcalde, del actual y del concejal delegado de policía y tráfico….Desde aquel día todo cambió.
A partir de entonces, los que durante 20 años habían tapado, justificado y apoyado, comenzaron a acusar, a inculpar y a reprobar.
Ya no iban a apoyar a los juzgados a los policías, ni les ponían a su disposición los servicios jurídicos del Ayuntamiento. Ellos se tenían que buscar abogado.

El principal responsable de sus actos es cada policía en su caso. Hasta ahí todos estaremos de acuerdo. Pero no es menos cierto que quienes les permiten llegar hasta estas situacioneslímite son también responsables por dejación…Pero como la justicia no existe, estos se van de rositas y el policía terminará en la cárcel. Hay que decirlo ALTO y CLARO.

La corresponsal de Diario La Rioja solicitaba ayer al alcalde de Calahorra valoraciones ante la sentencia. El primer edil escurría el bulto alegando que la sentencia no es firme y no iba a hacer valoraciones. Una precaución que no adopta en otras ocasiones, en las que incluso ofrece ruedas de prensa sobre asuntos que están pendientes de sentencia (tal es el caso de la destrucción del Soto del Parque del Cidacos todavía en los juzgados a día de hoy ).
Pero dejando demagogia e hipocrésía a un lado, Portillo tiene algo que decir y una responsabilidad que asumir. No puede esconder la cabeza como el avestruz.
Tendrá que explicar a la ciudadanía cómo es posible haber llegado hasta aquí….Su desidia y su permisividad ante este tipo de hechos en otros casos, y el motivo de mantener como Jefe de Policía a un funcionario que los hechos han demostrado que se ve desbordado por sus propias competencias.