miércoles, 17 de enero de 2018

La Santísima Trinidad al rescate del Partido Popular:

Muchos y muchas son los que desde ayer me están preguntando sorprendidos còmo puede ser posible que Margarita Aldana y su partido hayan apoyado al Partido Popular. Intentaré dar un punto de vista sobre esta cuestión.

Después de un año sin representación política en el Ayuntamiento de Calahorra, justificada por un problema de salud afortunadamente ya resuelto, el Partido Riojano (sin concejal tras la dimisión de Margarita Aldama hace dos meses) ofrecía una peculiar rueda de prensa (en el propio Ayuntamiento) acompañando al alcalde de Calahorra y a su concejal de hacienda, Alberto Caro.

Por parte del PR asistía Gabriel Furgiuele, que de momento es aspirante a concejal, ya que ni ha tomado posesión del acta ni jurado su cargo. Le acompañaba Margarita Aldama que tampoco es concejala porque hace dos meses que presentó su dimisión. Por último estaba presente Rubén Gil Trincado, que es concejal en Las Ruedas de Ocón, así como responsable de organización a nivel regional de su formación.
Paradójicamente ninguno de los tres -a día de hoy- tiene la menor representatividad institucional en el Ayuntamiento de Calahorra…El uno por “todavía no ser”, la otra por haber “dejado de ser” y el tercero por “no poder serlo”…La Santísima trinidad en rescate del Partido Popular.

Portillo consigue el voto del PR a cambio de 135.000 Euros, que el alcalde del PP promete destinar a lo que este partido regionalista considera "prioritario en Calahorra", es decir: Un estudio de movilidad (que ya se está realizando), un “cinturón Verde” ( que está prácticamente concluido) un área para autocaravanas, (eran los únicos que no la habían pedido en los últimos años), juegos infantiles, bicicletas para alquilar, 5.000 euros para embellecer el Casco Antiguo ( no es broma, 5 mil euros), una bienal artística, carril bici (ya se está haciendo) plantar árboles y sembrar césped en el parque, poner enchufes para coches eléctricos e instalar un “Pluviómetro”….Cosas todas ellas con su interés, (no lo voy a negar) pero en las antípodas de lo que son las verdaderas necesidades perentorias e ineludibles de Calahorra.
Junto con estas medidas concretas, un rosario de buenas intenciones con verbos tan maravillosos como vacíos…. ( fomentar tal, impulsar cual, un pacto para esto, optimizar aquello)

Este voto a favor del Partido Popular por 135.000 Euros es inexplicable como ya se está comentando en todos los círculos políticos. Con abstenerse hubiera sido suficiente. Pero tiene una simple motivación, se trata de una imposición forzada por la estrategia que dirige el propio Ruben Gil Trincado en el desesperado intento de la formación regionalista por no desaparecer definitivamente del mapa político en 2019, algo que se antoja complicado de conseguir.
En Calahorra no querían inicialmente tragar con este apoyo, pero el partido ha impuesto su voluntad quemando todas sus naves en una apuesta arriesgada.
Piensan en Logroño que dejando de ser oposición y apoyando los presupuestos en todas partes (en todos los Ayuntamientos en los que todavía queda algún concejal) evitaran ser borrados del panorama político por "Ciudadanos", pese a que la desaparición del propio PR en La Rioja ya comenzó en 2015 y con actuaciones como esta se completará a nivel municipal en 2019. Es por tanto la consecuencia de una estrategia meramente política pensando en la subsistencia de un partido, no en las necesidades de la ciudad.

Todo ello es muy respetable y muy legítimo pero, lo que a mi me preocupa ( como calagurritano) es que el futuro de esta ciudad no se soluciona con esas propuestas ni por asomo; es la calidad de la atención sanitaria, (francamente mejorable)…El lamentable estado de muchos ambientes urbanos, la falta de empleo y de industria, los polígonos cerrados, el despilfarro en cosas banales, la malversación del dinero público, el deterioro evidente del Casco Antiguo, la insensibilidad cultural de quienes nos gobiernan.
También me preocupa -y mucho- el futuro de unos jóvenes, que ni disponen de ocio apropiado para ellos ni de oportunidades de trabajo en nuestra ciudad. Que tendrán que emigrar igual que muchos han marchado en la última década a buscarse la vida a otra parte, porque en Calahorra quienes gobiernan -y parece que también quienes les apoyan- han tirado hace tiempo la toalla y renunciado a intentar solucionar lo que verdaderamente es necesario.