lunes, 11 de febrero de 2019

Viaje al centro


Ayer en la Plaza de Colón de Madrid se certificó la defunción del centro político español, que lleva años muerto, aunque parece que todos (en las derechas) afirmaban estar viajando hacia el mismo.
Entre los nuevos líderes de las derechas españolas no se reconoce a ningún centrista, (han desaparecido) y aquella carrera que se libró en su momento por emular a Adolfo Suarez ha sido abandonada...Ha descarrilado el viaje al centro.

Ahora lo que está de moda entre los conservadores es dar muestras de radicalidad, una preocupante afición al insulto grandilocuente y el uso de mentira como ariete. Lo primero es preocupante. Lo segundo grotesco, y lo tercero intolerable.

Ayer en Colón una terna de periodistas sin escrúpulos, mintieron con descaro ante un auditorio de 45.000 personas, que aún siendo muchas, no eran ni la décima parte de lo que los tres partidos organizadores esperaban. Un fracaso de asistencia que ni tan siquiera se pudo maquillar con los 160 autobuses fletados por el Partido Popular desde diferentes puntos de España.
El hecho de que el colectivo LGTB fuera capaz de reunir a más de 700.000 personas en el mismo ámbito el año pasado da la pauta exacta de lo que verdaderamente le importa a la sociedad los espantajos que agitan las tres derechas.

Pero no dejemos en el olvido la sinvergonzonería de los periodistas que tuvieron la desfachatez de subir al escenario a mentir como bellacos. Algo a lo que están muy acostumbrados ya que viven y comen de mentir. De manipular a sus lectores. De engañar interesadamente y al dictado de quienes les pagan las lentejas.
Ayer lo hicieron con desparpajo y descaro, tapando las vergüenzas de los tres tenores (Rivera, Casado y Abascal) que no tuvieron el valor de subirse a las tablas para dar la cara y escenificar el secreto a voces de que son la misma cosa; la derecha rancia y casposa que siempre se opone a cualquier avance de la sociedad.
Porque no nos engañemos. Abascal, Casado y Rivera son las tres caras de una misma moneda; el envés, la cara y el canto de una vieja peseta herrumbrosa acuñada en 1947…Eso son. Y nos quieren retrotraer a la España en blanco y negro de unas épocas que la sociedad en su conjunto ha dejado ya en el olvido.

La involución de las tres derechas ataca directamente a cuestiones que creíamos ya superadas, como la igualdad de la mujer o la pluralidad de España, apelando con un lenguaje rancio y trasnochado a “la reconquista” de una España de pandereta que solamente existe en las mentes más retrógradas.
España ha evolucionado en 40 años de democracia hacia un Estado de derechos, libertades y convivencia, que ha de solucionar sus problemas desde el diálogo, el sentido común y el respeto estricto de la ley y las normas de convivencia. También respetando las opiniones y las reclamaciones de sus habitantes y sus territorios, siendo capaces de tener la suficiente cintura como para poder llegar a soluciones acordadas y satisfactorias para todos.

Pedro Sánchez y el Partido Socialista están trabajando por solucionar conflictos, por alcanzar consensos y por centrar las fuerzas en los verdaderos problemas de la sociedad, pero esa necesaria tarea es diariamente obstaculizada por la acción de las derechas.

La sociedad española no puede ceder ante la mentira que nos intenta inocular cada día la derecha desde estos tres partidos y sus medios de comunicación. Estamos llegando a un punto tal en el que lo menos importante es la realidad. Un escenario en el que los hechos no importan y solamente vende la falacia. Nos sirven un relato alternativo a la verdad que nace de los propios partidos reaccionarios.
Las barbaridades que nunca escuchamos de la boca de Mariano Rajoy, hoy brotan en manantial de la de Casado. Discursos antiguos y alcanforados que excretan líderes con aspecto moderno y cerebros resecos. Nadie en la derecha se acuerda de Suárez y de su capacidad para el diálogo y el consenso.

No podemos ceder ante la mentira, los bajos instintos, el populismo barato y la patrimonialización espuria que pretenden de los símbolos que representan a una España que es de todas y de todos.
Muy al contrario, hay que combatir con verdades y hechos sus falacias. Con consenso y diálogo su intolerancia…Porque España bien merece que presentemos resistencia a estos líderes que hoy “Okupan” la derecha española, hasta que sean desalojados por otros con mayor calidad ética y política, que tengan altura de miras y capacidad para trabajar por la sociedad en su conjunto.