viernes, 6 de febrero de 2015

¡Zas! en toda la boca.



Lo que más miedo me da en política es ponerme a hablar de asuntos de los que no tengo ni la más remota idea.
Cuando se reparten responsabilidades (áreas de trabajo) siempre me ciño al abanico que va entre la organización del territorio y el Medio Ambiente, incluyendo la energía, que entiendo como parte fundamental del propio Medio Ambiente. Todo lo demás me horroriza, no por disgustarme, sino porque en terrenos desconocidos es más sencillo meter la pata.

Estas precauciones (pudores) propios de una persona con un poquito de sentido común, están desparecidas en buena parte de los políticos/as del Partido Popular, a los cuales – por lo visto- con el carnet del partido les regalan un vale por “sabiduría universal”, y lo mismo te llevan hoy “asuntos sociales y extranjería”, que mañana “urbanismo y Medio Ambiente”….Pasado mañana “Agricultura” y al dia posterior “Física Cuántica”. Son personas “todo terreno”.

El ejemplo más palmario de esta versatilidad y multipolivalencia es la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Calahorra, otrora responsable de Administración General, anteriormente de inmigración y entre medias de Juventud.
Esta señora, el pasado miércoles acudía a una emisora local a exponer lo acertado del cambio de farolas en la calle Achútegui de Blas de Calahorra. Aportaba unos datos en defensa del cambio de luminarias, que no se sabe muy bien de dónde habían salido, pero que escuchados de su boca parecían verdades incontestables….Daba la impresión de saber de lo que hablaba y de mucha seguridad.
Claro, siempre y cuando las personas que le escucharan no tuvieran “ni puta idea de electricidad”, porque su argumentario era de “plástico”.
Para quienes tenemos una ligera idea (o bastante) resultaba patético su discurso.
Al día siguiente, su jefe (Luis Martínez-Portillo) se volvía a lucir presentando la actuación ante los medios de comunicación y repitiendo la misma retahíla sin sentido.

Como bien recoge Diario la Rioja, el alcalde de Calahorra decía:
“En un plazo de diez días la calle Achútegui de Blas de Calahorra contará con nueva iluminación. Las obras de renovación del alumbrado en esta vía han entrado en su recta final con el compromiso de estar concluidas para el día 13 de este mes. Ayer, el alcalde de Calahorra, Luis Martínez-Portillo, realizó una visita a esta actuación, que tiene un coste de 92.641 euros.
El regidor, que estuvo acompañado por las concejalas de Urbanismo y Agricultura, Rosa Ortega y María Teresa Antoñanzas, respectivamente, destacó que gracias al cambio de iluminación se va a experimentar un ahorro del 60% del consumo.
Los trabajos, según explicó Martínez-Portillo, han consistido en la sustitución de 13 báculos con 26 luminarias de 150 watios por 14 báculos con 28 luminarias de 'led' de 63 watios. «El objetivo era adaptar el alumbrado de la calle al reglamento de eficiencia energética», precisó el alcalde".

Y en el mismo artículo, por desgracia para ambos, un lector del propio períodico les contestaba lo siguiente:



Queda claro, con este comentario (que es rotundamente cierto) que las bondades y los datos que manejan el alcalde y su concejala de urbanismo son erróneos y ridículos. Lo que no queda nada claro es el motivo de esta ansia compradora de nuevas farolas.

En la presunta balanza económica -entre las farolas existentes y las nuevas- hay un parámetro que se olvida, y ese es el coste energético de construir y colocar las nuevas farolas y el lógico de retirar y reciclar las viejas. Ese monumental coste (energético y de consumo de materias primas) no entra en los infantiles balances que nos cuentan estos políticos multidisciplinares del PP.
Y no sólo eso. La tecnología de Led supone un ahorro muy importante frente a los filamentos de tungsteno (bombillas clásicas) pero no tan "importante" ante las de sodio (que son las que se sustituyen). El verdadero ahorro está en la utilización de reflectores y ópticas de calidad que permitan aportar una mayor luminosidad bajando el nivel de iluminación. Por tanto, si ahora se consigue un poquito más de ahorro es a cuenta de bajar el nivel de luminosidad sobre la calle, adaptándose a la normativa europea…Calles menos iluminadas y por tanto de iluminación lógicamente más barata. Ahí está el verdadero ahorro que sumar al de los propios Led.
Pero hay más...NO es necesario cambiar la farola para sustituir la bombilla de Sodio por una de led, basta con comprar bombillas de led y asunto terminado.

Por tanto, este monumental gasto de 92.000 Euros (casi 16.000.000 pesetas) no tiene justificación ni energética ni mucho menos económica, y obedece única y exclusivamente a un interés cosmético y electoralista….Que parezca que se hace algo sin realmente hacer otra cosa que tirar el dinero de todos. Una inversión que se tardará 70 años en rentabilizar.

Pero como apuntan algunos de mis compañeros de estudios (electricistas),resulta que las luminarias de Led tienen una vida inferior a los 20 años, (entre 10 y 13 años) y cuando su vida útil se agota sólo queda la posibilidad de tirar la luminaria (eso pasará cuando se agote la vida útil de las que han colocado bajo los bancos del Raso, a 1.600 Euros la unidad). Sin embargo las de sodio (las que estaban en Achútegui de Blas) se cambia la bombilla, y a tirar otro porrón de años funcionando.
Esta simple reflexión, (de los profesionales de la electricidad) tira por suelo cualquier soflama desinformada de estos profesionales del “Hablar sin tener ni Puta Idea”.

Por si alguien quiere informarse en profundidad, recomiendo este artículo con un supuesto práctico, disfruten:

http://www.editores-srl.com.ar/revistas/lu/111/alumbrado_publico

4 comentarios :

  1. O le que pasa a esa señora es que se cree que está hablando para idiotas y que por eso puede mentir. ¿No es la misma que confunde visitas con jóvenes? Alguien capaz de decir que han ido 35.000 jóvenes al centro joven (que está más muerto que la mojama) sin que se le despeine el flequillo es un ejemplo de político de la peor modalidad

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  2. Y siguen gastando y gastando.........y Calahorra cada vez más muerta.

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  3. jajajaj Rosi la que trepa, a la que le está yendo fenomenal en política. Primero entra como cuidadora de la guardería municipal y luego siendo ya concejala y siendo la guardería de titularidad municipal la nombran directora, con dos narices y sin pudor. Luego deja el cargito y la liberan pagándole unos 45.000€ por decir las tonterías que comentas. Si señor un gran ejemplo de ética municipal.

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  4. Así nos va con esta banda. Será que es lo que nos merecemos???? No hacemos nada por cambiarlo elecciones tras elecciones.

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