jueves, 25 de junio de 2015

¡Viva Zapata!



Será complicado encontrar a alguna persona que no considere ofensivos los mensajes de Guillermo Zapata (actual concejal del Ayuntamiento de Madrid) insertados en la red "Twitter" ¡Hace ya cuatro años!…Humor negro lo llama él.

Zapata hacía chistes del holocausto Nazi o de las secuelas de los atentados de ETA… Criaturilla… Él nunca sabrá lo que es agacharte cada mañana ante tu propio coche (para revisar los bajos) cuando eres un Concejal Socialista de pueblo y te acaban de volar por los aires el cuartel de la Guardia Civil. Pero claro, Zapata no tiene ni puta idea de ello… Es un tío Guay de la Izquierda divina, con un paradigmático apego al sueldo y al cargo.

Pero en esta historia hay dos cosas que todavía resultan más repugnantes que el contenido de esos mensajes. En primer lugar la conducta del propio edil que ha considerado dimitir a medias.
Ha inventado una nueva fórmula: por un lado reconoce la culpa y le imprime la suficiente gravedad como para verse auto-obligado a dimitir de sus responsabilidades como responsable de un área, pero por el otro esos mismos mensajes le permiten seguir en otra concejalía.
¿Tal vez los concejales de cultura no pueden cagarse en los muertos de ETA o del holocausto y al mismo tiempo sí les está permitido a otro tipo de concejales?
Si consideras que es grave, o lo es para todo o no lo es para nada.

Guillermo Zapata ha dejado al descubierto una realidad que traspasa las ideologías y los partidos. Si alguien pensaba que un político del ámbito de “Podemos” iba a estar construido de otra pasta diferente he aquí la prueba empírica de que no es cierto.
La pasta de cada persona viene de serie y las siglas no consiguen domeñarla.

Pero todavía más grave me parece la conducta de la fiscalía, que irradia a la opinión pública la sensación de ser un "ente" sometido a los dictados políticos.
En España tenemos un muy grave problema con la Justicia, un cáncer que puede acabar con la democracia y contra el que nadie parece tener soluciones que abandonen el ámbito de la teoría.
Mientras el portavoz del Partido Popular -Rafael Hernando- puede impunemente ofender a los familiares de los asesinados por el Franquismo en una tertulia televisiva (sin consecuencia penal alguna), la fiscalía de la Audiencia Nacional tiene la piel más fina cuando Zapata humilla a las víctimas de ETA o del Nazismo.
Inaudita es la celeridad que la Justicia ha impuesto a este asunto, ya que hoy mismo ha sido citado a declarar como imputado el Sr. Zapata, para el próximo 7 de Julio. Algunos jueces parece que hacen navegar más los asuntos de temática política si la presa es de izquierdas.

En mi particular opinión, es lamentable esta celeridad, porque en otros casos de mas gravedad y peores consecuencias que lo que pueda opinar un descerebrado, la Justicia se duerme; se muere y hace que muera quien acude a ella.

Actuaciones de esta índole denotan el manoseo de uno de los pilares fundamental del Estado, y colocan en una inmejorable posición de razón a quienes abogan por una ruptura sin medias tintas… Les da argumentos sólidos a quienes consideran que hay que acabar con un sistema corrupto que utiliza la Justicia (y a quienes se prestan a ello) como una espada de doble filo: uno para la defensa y ocultación de sus cuitas y el otro como azote de sus enemigos.


3 comentarios :

  1. La justicia está muy malita y da un poquito de grimita

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  2. Santa razón25 junio, 2015

    Santa razón tienes. Irene Villa lo considera un chiste y la Fiscalía pide la imputación por algo que la ofendida considera un chiste.

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    1. Es una vergüenza y además un circo, porque para más narices, esa imputación no va a llegar a ninguna parte.

      Salud

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