Caras nuevas... Poltronas viejas?

Nos están contando estos días lo renovado y austero que es el equipo del nuevo presidente del Gobierno de La Rioja. Vamos a terminar por creerlo.

La memoria flojea a determinadas edades, pero para refrescar tenemos las hemerotecas. Nos quieren hacer ver (principalmente él y sus socios de gobierno) que Ceniceros es muy austero nombrando altos cargos, que se han renovado y que su nuevo ejecutivo contará con ocho peones menos que Pedro Sanz…Pues depende. Según se mire.
También se puede decir (en honor a la verdad) que José Ignacio Ceniceros arranca su andadura con 11 altos cargos más que Pedro Sanz cuando tomó posesión en 1995.
De hecho, el de Igea afrontó su primer mandato con tan sólo 27 altos cargos: seis consejeros, seis Secretarios Generales Técnicos, 13 Directores Generales y un Secretario General…Por tanto, lecciones de austeridad o comparativas con Pedro Sanz pocas. Si bien es cierto que el ímpetu ahorrador que embargaba al joven Sanz de 1995 desapareció dos legislaturas más tarde en las que fue elevando el número de altos cargos hasta los 55, y hacia 2006 alcanzaba la cifra de 65, nueve de ellos consejeros.
Fue en 2011 cuando el último gobierno de Sanz se redujo hasta los 47 altos cargos, finalizando la legislatura con 45.

También flojea la memoria cuando se habla de un gobierno renovado, falseando que buena parte de la renovación ha venido impuesta por circunstancias tan variopintas como la renuncia a seguir de determinados Directores Generales, como Igor Fonseca, o Mónica figueroa (por poner tan solo dos ejemplos) que después de varias legislaturas dejaron preparado su aterrizaje en el sector privado,…O casos más llamativos como el de Ezequiel Fernández Navajas que después de una vida entera (20 años) ocupando secretarías generales técnicas no se le podía renovar (en observancia de las nuevas normas de aseo en la política). La sociedad ha interiorizado como un mantra que a los imputados hay que apartarlos del ejercicio político.

Pero dejando a un lado los que no están, los que se han marchado voluntariamente y a los que directamente los han echado a la calle, resulta que la renovación es muy cuestionable, máxime cuando repiten varios consejeros que ya lo habían sido con Sanz durante diversas legislaturas, tal es el caso de Antonino Burgos, Iñigo Nagore , Conrado Escobar (diputado regional y nacional, senador, consejero, concejal…..) o el más reciente Abel Bayo que accedió en 2014 a su actual puesto tras la renuncia de Gonzalo Capellán.

Pero si repasamos los nombres de quienes nunca habían sido consejeros nos encontramos con Begoña Martínez que lleva casi media vida como Jefa de Gabinete de Ceniceros en el Parlamento de La Rioja, si bien la que más destaca es María Martín, una verdadera profesional de la política, que ha venido ocupando las más variopintas direcciones generales y cargos políticos desde 1.999 hasta que ha conseguido aterrizar en lo más alto de la consejería de salud. Una Ingeniera de Montes que fue arrinconada por Aranzazu Vallejo comenzando una travesía que le ha llevado a distintas responsabilidades, pero siempre vinculada a designaciones políticas como alto cargo.

Por último como más “novedosos” los consejeros Alfonso Dominguez y Leonor González que me dejan más descolocado, y para guinda del pastel el propio Ceniceros que lleva toda una vida en esto de la política como profesión excluyente.

Si poca renovación se detecta en el equipo de consejeros y consejeras, el segundo escalafón viene plagado de “profesionales de la liberación”, algunos incluso pegados con “superglu 3” al puesto, tal es el caso de Miguel Urbiola, que ya era Director General de Montes cuando yo aprobé las oposiciones (hace 26 años)…Y sigue.
En el mismo año (1989) también estaba ya en activo Carmen Sáenz que en esta última ocasión repite como directora general de farmacia.
Otros casos curiosos son los de Ángela Carnicero que viene siendo secretaria general técnica desde 1998, o Francisco Rojas que en 1999 ya era director general, o José María Corcuera que está igualmente en activo como alto cargo desde 1995.

Francisco Javier Aparicio, Elisa Torrecilla, Cristina Maiso, Carmen Corral, Javier Ureña, José María Infante, Maria Teresa Antoñanzas….Todo un rosario de altos cargos con la experiencia bastante o muy dilatada.

De todo este magma presentado por el presidente solamente siete personas pueden considerarse “nuevas”. El resto acumulan abundante experiencia como altos cargos y como profesionales liberados en el ejercicio de la política ejecutiva.
Como casos más sorprendentes merece la pena citar a dos navarros que Ceniceros trae para su gobierno, cuya dilatada historia política en la Comunidad Foral es muy sorprendente. En primer lugar Rosa López, que ya hace 28 años era alcaldesa de Estella y ha desempeñado toda suerte de cargos en Navarra inclusive el de Senadora por esta Comunidad.
El otro ejemplo es Juan Ramón Rábade que ya estaba en activo hace 26 años recorriendo multitud de cargos políticos de libre designación en Navarra y que ya en 1995 formó parte del gobierno de Sanz como director general de Salud.

En resumen que este Gobierno de La Rioja, (que aúna una veintena de riojanos y riojanas con cinco navarros, cinco aragoneses, dos sorianos, sevillanos, valencianos, abulenses, asturianos, toledanas y portugalujos) es mucho más variado en la procedencia geográfica de sus miembros que en la política, ya que el 82% de sus integrantes tienen poco de “caras nuevas” y mucho de “culos asentados”.