El negociador.

Ha pasado exactamente un año desde que un personaje -recién emergido a la luz pública- jugó un papel fundamental en impedir el “Cambio” político en la Rioja y en sus principales Ayuntamientos.
Se llamaba Jesús David García, y entre el 24 de mayo y el 13 de junio de 2015 puso en manos del PP todo el poder político de la Comunidad.
No era nuevo en política, pues venía rebotado del Partido Riojano donde "no pudo cuajar", y pasando por la central sindical CSIF aparcó su barco en un nuevo partido, "Ciudadanos". Pero...¿Qué fue de aquel personaje?

Después de que el partido “Ciudadanos”, (con una campaña que prometía el “cambio”) consiguiera en las urnas la suficiente representación como para ser la “llave” en el Parlamento de La Rioja o en los más importantes ayuntamientos, la realidad fue diametralmente distinta, y su presunto “cambio” solamente sirvió para perpetuar al Partido Popular en todos y cada uno de los lugares en los que tuvieron capacidad de decidir.

Ciudadanos colocó y sigue manteniendo a alcaldes del PP en Logroño, Calahorra y Villamediana.
Sentaron a una presidenta del PP al frente del Parlamento de la Rioja. Entregaron -en bandeja de plata- el Gobierno de la Rioja al Partido Popular y eligieron como representante en el Senado por nuestra Comunidad a Pedro Sanz….Todo, absolutamente todo se lo entregaron al PP. No hubo cambio en La Rioja y sigue sin haberlo.

El personaje que negociaba estas cesiones al Partido Popular era Jesús David García. Presente en todas las mesas de negociación y también en la firma de los acuerdos de investidura. Todo pasaba por delante de su barba.

A Calahorra, llegó acompañado de un compañero, (el cual al igual que sus concejales de Calahorra hablaron poco, en algunos casos incluso nada), a las negociaciones con el PP y el PSOE para ver a quién daba su apoyo.
El caso de Calahorra era singular, ya que la diferencia de votos entre PP y PSOE fue de tan solo 300, tras el ascenso del PSOE y el monumental batacazo de Portillo, que perdió tres concejales con respecto a los que tenía antes de las elecciones.
Para colmo, Portillo llevaba 20 años gobernando en Calahorra y parecía que tras dos décadas el cambio era lo más higiénico y lo que la ciudadanía había expresado.

Jesús David llegó a la segunda ciudad de La Rioja con las ideas muy claras. Calahorra sería entregada al PP pasara lo que pasara y así sucedió. En una reunión sin contraprestación alguna, J.D. García entregó el poder a Portillo sin importarle lo más mínimo Calahorra, su problemática ni la opinión de sus propios correligionarios.
Al día siguiente mantuvo otra (a regañadientes) con el PSOE para cubrir el expediente, a la que asistió sin la menor intención de negociar, y de la que escapó rápidamente pues su interés no era otro que perpetuar a Portillo en la alcaldía otros cuatro años más, para que alcanzase el cuarto de siglo gobernando.

Pasado ya un año de aquello, parece que quien tenía tan decisivo poder, ha desaparecido del mapa relegado por sus propios compañeros.
Dejó de ser Coordinador de Cs, perdió abultadamente las primarias al Congreso a las que se presentó, y ahora –según me cuentan- pinta poco (o nada) en Ciudadanos…De ahí la quejumbrosa frase de presentación en su Twitter ( inactivo desde agosto de 2015) en el que a modo de epitafio se puede leer:
“Sigo viviendo de mi trabajo, sin preocuparme de que otros vivan del mío”….Suena a desencanto molesto y dolorido, pero es muy cierto ya que gracias a sus manejos muchos del PP siguen instalados en la mamandurria y al pobre negociador parece que no le tocó ni una triste porción del pastel…¿O tal vez sí?