En aquel lejano 26 de agosto de 1936 uno de los asesinados era concejal del PSOE en el Excmo. Ayuntamiento de Calahorra y miembro destacado de la Unión General de Trabajadores. Se llamaba Evaristo Lorente Madorrán.
Evaristo accedió a la concejalía gracias a los 466 votos obtenidos de sus paisanos, en las elecciones municipales del 12 de abril de 1.931. Fue el octavo concejal más votado de los dieciocho que consiguieron escaño. Formaba parte de la candidatura del Partido Socialista Obrero Español, que por primera vez sentaba a concejales de su formación en el Ayuntamiento.
Evaristo, (según confirma Julio, su nieto) era calagurritano de pura cepa. Hijo, nieto y biznieto de calagurritanos. Nació un 26 de octubre de 1899 en el Portillo de la Plaza nº13; calle que terminó llamándose “la de las viudas” por los abundantes asesinados a manos de los ultraderechistas.
Tenía 7 hermanos (Fermina, Aurelio, Miguel, Félix, Gaspar, Carmen y Ezequiel.
El 22 de Febrero de 1921 se incorporó al regimiento de Lanceros del Rey, donde cumplió su servicio militar.
El 16 de mayo de 1925 se casó con Emilia Adán Hita en la Catedral de Santa María y se afincaron en la calle Portillo de la Plaza 25. De este matrimonio nacieron tres hijos, Milagros (que en la actualidad cuenta con 91 años), María Luisa y Victor que falleció con 4 años de edad.
Su actividad política en el PSOE la compaginó con su militancia sindical en la UGT como trabajador del campo y jornalero. Participó muy activamente en la representación política y sindical de la gente del campo y en la lucha por su derechos, que en aquellos momentos eran escasos o inexistentes.
Asistió en 1932, siendo concejal, a las reuniones para tratar sobre el pantano de Yanguas como representante de la UGT, ayudó y colaboró como capataz con los ingenieros que trabajaron en las obras de la defensa del Ebro frente a las inundaciones.
Tras la intentona golpista contra la II República, Evaristo optó por no escapar, y las autoridades fascistas le obligaron a presentarse diariamente en el Ayuntamiento (que habían usurpado) al regresar del campo. Le obligaban a leer los partes de guerra del bando nacional en las Cuatro Esquinas.
El día 25 de Agosto volvió a presentarse en el Ayuntamiento regresando entorno de las once de la noche acompañado por varias personas vestidas de paisano, procediéndose al registro de su casa, tal y como consta en el acta de registro y detención emitida por el notario del Ilustre Colegio de Burgos D. Luciano Canoa Galiana el once de Enero de 1979. El registro se produjo estando presentes su mujer y sus dos hijas, sin que les dejaran hablar ni intervenir. En el exterior varios vecinos que estaban tomando el fresco en la calle pudieron verlo y así lo confirmaron ante el notario. Al día siguiente, día 26, su padre D. Carmelo Lorente fue a llevarle el desayuno en una cesta de mimbre al Ayuntamiento, volviendo al poco rato , dejando caer desolado la cesta con todo su contenido, porque no lo había encontrado en el mismo.
(Julio Moreno Lorente)
Evaristo fue asesinado en la madrugada del 26 de agosto, en la Cuesta de La Gata, según consta en su acta de defunción. Un acta levantada 5 años después, en la que no se indicaba ni tan siquiera el lugar de sepultura.
Pero ante la amnesia (y la desvergüenza) del régimen fascista, la memoria de algunas personas que presenciaron los hechos, el trabajo impagable de otras y las ansias por la restitución del honor a quienes nunca debieron ser despojados de él, nos lleva hasta la Cuesta de La Castellana en Peralta (Navarra) donde Evaristo fue enterrado, junto con otras personas asesinadas y, sus restos inhumados, identificados y trasladados al panteón republicano del cementerio de “la Planilla” de Calahorra, donde descansan dignamente en la mejor compañía posible; la de sus otros compañeros y compañeras que dieron su vida por defender la democracia y la libertad.
