A la altura del número 56 de la calle Carreteros al perro le dio por defecar. Frenó en seco y arqueó la espalda. No había escapatoria.
Su dueño armado de valor, y consciente de encontrarse en territorio comanche (calles abandonadas por la administración municipal y los servicios de limpieza) metió la mano en el bolsillo del abrigo y sacó un rollo de plástico negro del que deslizó una bolsita, mientras con cara de resignación giraba la cabeza de un lado a otro. Como buscando algo.¿Tal vez marcharse y dejar allí el pastel?
El perro culminó “la obra” con matricula cum laude, y su propietario se agachó con la esperanza de que todo “aquello” entrase en la bolsa…A ser posible sin mancharse los dedos.
Se incorporó y nuevamente buscó a derecha e izquierda, pero nada. No había una puñetera papelera por ninguna parte.
Con la bolsa repleta de mierda en la mano -como buen ciudadano-, caminó calle arriba buscando una papelera que nunca iba a encontrar. Esa calle es una de las muchas, (muchísimas) que no tienen ni una puñetera papelera en todo su recorrido.
Aunque lo peor estaba por venir, ya que es habitual que cuando te has recorrido una calle entera con la mierda en la mano, la siguiente resulta que tampoco tiene papeleras, y precisas llegar hasta la tercera -para con suerte-, poder encontrarte con una en la que descargar. Así sucedió.
Después de recorrer 340 metros y dos calles completas, en la salida de Raón a Sol encontró una en la que depositó la mierda…Ya fría.
Mientras regresaba a casa -olisqueándose la mano-, pensó: ¡Joder, cuánto bobo hay en este pueblo!
Pero no creo que en su localidad hubiera más “bobos” que en otras…Seguramente la proporción era más o menos similar al del resto de país. Vamos, en la media.
Quizás el hecho diferencial es que en otras poblaciones no los colocan en puestos de responsabilidad. Eso sí.
Es cierto que en buena parte de las calles del Casco Antiguo de Calahorra no se ve ni una sola papelera. No las hay.
No encontrarán ni una en la calle de la Estrella, ni en la primera travesía de Pastores, ni en la segunda, ni en la tercera….Ni en la calle Raón, ni en Carreteros….¿Será que tenemos pocas para toda la ciudad? ¿Qué no hacen falta por esta zona? ¿Será que valen muy caras y solamente se pueden comprar las justas?....
También es posible que la desidia (y la desmotivación de quienes gobiernan) les lleven a cometer sinsentidos tan grandes como el que se puede observar en el tramo final del Paseo de Valvanera, un tramo de 340 metros lineales , en el que han colocado nada más y nada menos que 13 papeleras….A razón de una por cada 25 metros. Un tramo por el que casi nadie transita, que parece el “bosque de las papeleras”.
Y frente a esta orgía de papeleras colocadas a “lo bobo”, calles con tanto tránsito de personas como Doctores Castroviejo (de 500 metros de longitud) solamente cuentan con 5 de ellas, a razón de una cada 100 metros, y otras muchas calles (como ya he dicho) no tienen ni una sola.
Igual hay que empezar por lo básico…Poner papeleras en todas las calles.
sábado, 10 de diciembre de 2016
Con el perro en lo antiguo.
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Es más fácil poner todas las papeleras juntas y así lo hacen más rápido y ahorran gasoil. JAJAJA
ResponderEliminaro puede que para no pensar en donde hacen falta, que pensar quema muchas calorías, las meten todas juntas y solucionado JAJAJA
Eliminary también te ahorras cavilar en que sitio harán falta JAJAJA
ResponderEliminarno, ahora que lo pienso, las tienen allí almacenadas, para cuando hagan falta en otra parte las llevan. JAJAJA qué melones tenemos en el Ayuntamiento.
ResponderEliminarSr. García: leo su publicación, reflexiono y extraigo conclusiones.
ResponderEliminar- Ni Vd., ni nadie, salvo el actual equipo de Gobierno municipal, tiene la suficiente visión de futuro. Por esa zona del culodolmundocalagurritano, el final de Valvanera, es por donde la ciudad crecerá en unos 10 años. Y cuando llegue ese momento, los que habiten esa zona, y dado que la crisis ya será historia, tendrán muchos hijos, que comerán en la calle montones de chuches puesto que las comprarán con IVA reducido, y sacarán todos a sus mascotas sin preocuparse de encontrar papeleras para depositar los envoltorios y las caquibolsitas. Si es que… hay que pensar, Sr. García.
- Por otra parte. El casco antiguo ya está sucio de cojones, así que para qué gastar en papeleras ni en su limpieza. Casco nuevo, (casi) limpio. Casco viejo, sucio. “Si no les gusta que lo limpien ellos”, creo que se ha podido escuchar en algún pleno, en un tono similar al “que se jodan” que aquella mente privilegiada soltó sin temblar en el Congreso.
Pues tal vez sea así. Va a ser eso :)
EliminarSolamente nos queda resignarnos y esperar a que llegue el futuro .