Luis…Calienta, que sales.

Hoy en el pleno ordinario que a las ocho de la tarde se celebrará en el Ayuntamiento de Calahorra, el PSOE pedirá la reprobación del alcalde del Partido Popular por el absoluto desprecio que durante los últimos cuatro años ha demostrado hacia la ciudadanía, menospreciando las propuestas de la oposición aprobadas por mayoría absoluta, y negándose a ponerlas en marcha perjudicando con ello a Calahorra.

Pedirá la reprobación del alcalde a escasas 24 horas de haberse producido la primera derrota de su partido en Calahorra en los últimos 28 años. Una derrota que no es otra cosa que la antesala del cambio que la ciudad necesita y que vendrá dentro de un mes de la mano de Elisa Garrido.

Pero no va a ser tarea sencilla no. Para sacar de la alcaldía de Calahorra al Partido Popular, el PSOE va a necesitar de todos los votos progresistas posibles, pero también de aquellos y aquellas que de forma reflexiva entiendan que esta es la oportunidad, y que cualquiera puede ayudar al PSOE con su voto  en este noble empeño de sanear Calahorra, algo en lo que ningún otro partido ha colaborado. Todos han vivido – y viven- contentos y felices a la sombra del PP mientras Calahorra se va hundiendo un poquito más cada día.
No olvidemos que Portillo ha perpetuado su mandato gracias al apoyo del partido “Ciudadanos” que le facilitó la investidura allá por junio de 2015, y posteriormente de PR y de  Izquierda Unida, cuyo concejal ha sido y es el más fiel aliado de Portillo.


El PSOE de Calahorra consiguió ayer un excelente resultado, que se produce en mitad de un prometedor escenario. Los socialistas ganaron a su eterno contrincante por primera vez en 28 años. El PP perdió la mitad de sus votantes respecto a 2016. Un descalabro sin precedentes.
Pero pretender extrapolar ese resultado a unas elecciones municipales no tendría sentido. Sería infantil, nada tiene que ver, y la que se avecina en mayo será mucho peor para el Partido Popular.

Dentro de un mes, el candidato del PP será Portillo y no Pablo Casado, con lo que la fuga de votos se multiplicará, porque en Calahorra es generalizada y conocida la herencia lamentable que el Partido Popular ha dejado tras un cuarto de siglo de gobierno. Portillo empeorará el resultado de forma muy ostensible en las municipales, no superando en modo alguno los 5 concejales.

Por su parte Ciudadanos también puede pagar un peaje por las decisiones erróneas adoptadas en el pasado en Calahorra, al perpetuar a Portillo en la alcaldía cuando habían prometido lo contrario. Hay muchas personas en la ciudad que consideran aquella jugada como una tomadura de pelo o una estafa. Perpetuar al mismo cuando lo que se vendía era cambio.
Ciudadanos perderá votos cuando su candidato no sea Albert Rivera.

El Partido Riojano, que anoche se vio superado en Calahorra incluso por PACMA, no alcanzó los 100 votos y va a tener complicado superar el 26 de mayo el umbral del 5% de voto, necesario para conseguir un concejal…Unos 550 votos, que no olvidemos es un montón de votos. Aunque su electorado en Calahorra era (según las encuestas que manejo) de una fidelidad férrea a  la inolvidable Margarita Aldama  en las locales, los cambios de liderazgo y el apoyo al PP en el último tramo de la legislatura pueden dar al traste con sus expectativas de revalidar la concejalía.

VOX, que ganó incluso a Podemos en número de votos, es la gran incógnita. Lo más sensato sería pensar que tampoco repita resultado, si tenemos presente las escisiones y trifulcas internas vividas en Calahorra hace unos días. Tanto la señora que encabeza la lista municipal en Calahorra, como sus acompañantes  no van a  concitar el mismo interés que Abascal ayer, a lo que hay que unir al polémico fichaje del impulsor del partido gitano y la absoluta falta de trayectoria e implicación en la vida de la ciudad de casi todos sus integrantes. Todo en VOX en imprevisible.

Por último, la gran anomalía de la "izquierda" calagurritana y me atrevería a decir riojana, es Oscar Moreno, que no repetirá el resultado de Podemos (presentándose con  Izquierda Unida en solitario) ni en el mejor de sus sueños.
Tal y como ya sucedió en las municipales de hace 4 años, Izquierda Unida de Calahorra no podría fidelizar ni la mitad de los votos que ayer sumó Podemos en la ciudad, motivo, porque ha sido precisamente el propio Moreno quien ha impedido la formación en Calahorra de una candidatura de unidad con Podemos. Ya lo hizo en 2015 y se ha encargado de repetir la jugada, no facilitar, sabedor de que la formación morada no le hubiera aceptado encabezar una confluencia de izquierdas.
Ese personalismo, unido a su excelente relación con el Partido Popular y sus políticas, son los que darán al traste con sus pretensiones de conseguir dos concejales.

Todas estas circunstancias -perfectamente previsibles por cualquiera- nos llevan a la conclusión de que se está formando para el PSOE la tormenta perfecta. Una revolución que puede acabar con 24 años de gobiernos del PP en mayorías aplastantes, los últimos 4 apoyados por "Ciudadanos", PR e  Izquierda Unida.

Pero para que ese escenario se convierta en posible(10-6-3-1-1), para que Elisa Garrido saque a Portillo del sillón de la alcaldía, es necesario que todos los que están hartos de ver como el PP hace naufragar nuestro futuro, sean capaces de sentir que la única oportunidad real de cambiar el rumbo, no pasa ni por más PP ni tampoco por confiar en quienes lo están sujetando para que no caiga…Para que nada cambie.
Pasa por entender que hay un partido que durante muchos años lleva trabajando sin descanso y armando una alternativa realista y posible para Calahorra.  Una alternativa que en los últimos cuatro años se ha enfrentado (con ideas y propuestas reales) contra la somnolencia y la apatía del PP. Una alternativa que no se ha resignado y le ha plantado cara.  Y que pasa por interiorizar que o la solución viene de la mano del PSOE, o no habrá solución. Porque quienes han sido- durante cuatro años- socios fieles de las políticas del PP, no pueden intentar venderse (de la noche a la mañana) como la alternativa.