Ese refrán que dice “las cosas de palacio van despacio” encuentra todo su sentido en este ejemplo.
El 20 de junio de 1994, el Director Gerente de la Sociedad “Energía Hidroeléctrica de Navarra, S.A" solicitó formalmente y por registro ante la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) una concesión de aguas superficiales para montar una central hidroeléctrica, que consumiría 110.000 l/s mediante una presa en el Ebro ubicada entre los términos municipales de San Adrián y Calahorra.
El 18 de Agosto, la empresa solicitante depositó 347.584 pesetas de fianza, para responder ante el proceso, las cuales -por cierto- estoy seguro nunca pensaron que tardarían 25 años en ser canceladas.
Durante cinco años la empresa redactó los estudios y proyectos necesarios, así como la tramitación administrativa previa para su construcción, y finalmente el 31 de julio de 1999 se publicó en el Boletín Oficial de la Rioja y el de Navarra.
Una vez el proyecto se conoció y fue sometido a información pública, recibió una fuerte oposición por parte del colectivo FRECA-Ecologistas en Acción, que presentó alegaciones contra el mismo, evidenciando que construir esa presa para dar abastecimiento a la propuesta central supondría graves perjuicios para el ecosistema ribereño del Ebro. Se alegó lo excesivo del caudal solicitado, su impacto sobre la actividad agrícola en la vega de Calahorra, el impacto del largo canal de desagüe, y que su utilización suponía dejar un caudal ecológico insuficiente en determinadas épocas en un tramo de kilómetros, así como la afección a determinadas especies en situación crítica como el Visón europeo.
Pero no solamente los colectivos ecologistas de La Rioja se mostraron en contra. También presentaron alegaciones personas a nivel particular, la Comunidad General de Regadíos de Calahorra, el sindicato UAGR o el Ayuntamiento de Calahorra.
Aunque el informe más importante a la hora de abortar este proyecto lo emitió la Dirección General de Medio Natural del Gobierno de La Rioja, que informó negativamente entendiendo que era muy importante y negativa la afección del proyecto en el ecosistema del Ebro a su paso por Calahorra.
Entre tanto, y sin recibir una respuesta definitiva por parte de la CHE, la empresa solicitante cambio su situación legal y accionarial y pasó a denominarse “Sistemas Energéticos de Navarra” y en 2005 nuevamente cambio de manos y denominación pasando a ser “Acciona Energía SA”.
Por increíble que pueda parecer, 25 años después de ser presentada la solicitud, y de llevar 20 años esperando una respuesta a las alegaciones, hace un par de semanas en el buzón de Ecologistas en Acción de La Rioja, (en el de los promotores y en el del resto de entidades alegantes) se recibía una notificación oficial de la CHE en la cual se daba cuenta de que habían adoptado el acuerdo de DENEGAR a la compañía Acciona Energía SA la concesión del aprovechamiento, al tiempo que REQUERIR para que se abstengan de utilizar aguas provenientes del Río Ebro en Calahorra, y les comunicaban la CANCELACIÓN de la fianza impuesta hace 25 años de 347.584 pesetas.
Espero que por lo menos les paguen los intereses.
domingo, 7 de julio de 2019
La CHE deniega la construcción de una central hidroeléctrica en San Adrián, tras 25 años de tramitación.
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