miércoles, 11 de diciembre de 2013

Cuando los libros traen problemas


Hace un par de años publiqué un libro sobre noticias, bajo el título de "Calahorra, la ciudad encantada". No era un libro al uso, ya que en el mismo no aportaba en ningún momento mi opinión sobre los casos que trataba.  Únicamente  me limitaba a contar lo acontecido en los últimos dieciséis años, (1995-2011) en una pequeña ciudad de 25.000 habitantes  gobernada por un escuadrón de políticos ramplones,  que habían engañado cientos de veces a sus vecinos, pese a lo cual seguían votándoles elección tras elección. Una bandada de contadores de engaños, urdidores de trolas, patrañeros y cuentistas.

Ponía en evidencia sus embustes mediante la explicación documentada de más de 100 casos, cada uno de ellos acompañados de recortes de prensa de la época. Si alguien quiere ojearlo lo puede hacer en los enlaces colocados al final de este artículo.

Se editaron 190 ejemplares pensando únicamente en el día de la presentación, que se celebró en el Parador Nacional de Turismo de la ciudad a cargo del autor y de d. Ernesto Sáenz Enciso.

El comportamiento de la prensa en dicha presentación pública fue muy curioso. Asistieron todos los medios de comunicación con sede o corresponsalía en la ciudad; radios, periódicos, TV… Todos con grabadoras, micrófonos  y cámaras fotográficas incluidas. Aunque luego, (cuando comprobaron de qué iba el contenido) una significativa parte de ellos no reflejaron nada del libro en sus medios, ni tampoco del acto que llenó el salón central del Parador… Ni palabra. Como si no hubiera sucedido.

Pero los libros se agotaron en esa misma tarde, y decidimos hacer una segunda edición de 2000 ejemplares más, de los que  sólo conservo una docena (para regalos especiales). El resto andan desperdigados por los hogares calagurritanos.

El pasado día cuatro de diciembre, uno de esos 2177 ejemplares salió de su letargo para aparecer colocado sobre una silla, en el escaparate de un céntrico comercio en la calle Mártires. Acababan de cambiar la decoración de su escaparate, para la campaña navideña supongo. No tardó mucho en llegarme la fotografía del "bodegón" (la de la izda.).


Como el libro venía acompañado de unas gafas, la libre interpretación del mensaje llevaba a un sitio muy concreto; vamos, que las gafas de cristales negros y el libro maridaban fantásticamente en una ciudad en la que unas 6000 personas prefieren mirar para otra parte y votar año tras año a políticos que mienten con gran soltura. Al día siguiente el libro había desaparecido y en su lugar había  un cartel publicitario de Emporio Armani.

El cambio repentino de la composición es bastante extraño, a no ser que sea de esos escaparates que se reciclan cada media hora, y no con el cambio de temporada.

Puede ser que lo robaran, que saliera disparado, que esté escondido detrás del cartel de Armani o que alguien les recomendara -a los osados comerciantes- que en una ciudad gobernada por el miedo a la mafia, un libro que desnuda la falta de vergüenza de sus gobernantes, puede ser un problema.

La versión "oficial" es que el libro se colocó en la silla porque pareció bonito y oportuno, pero una vez colocado – a las horas- se pusieron a leerlo (cosa sorprendente)  y se dieron cuenta de que su temática “podía traerles problemas”… ¡Ni que fuera un manual para colocar bombas en los cuarteles de la Guardia Civil!

Yo más bien creo que “alguien” se acercó a la óptica y les advirtió de que vivimos en una ciudad en la que sólo se borran de las paredes las pintadas que hablan sobre su alcalde; en la que si haces una pegatina que critique su gestión te van buscando por las imprentas… Una ciudad en la que se margina a las asociaciones que no besan el culo del Ayuntamiento y se deja sin dinero público a los medios de información que tratan asuntos molestos para el Partido Popular.

Históricamente los libros que denuncian a los regímenes autoritarios han sido demonizados por los poderes fácticos y, esta ciudad de caciques se gobierna de facto.

Los libros más peligrosos son aquellos que incitan a pensar, a descubrir la realidad, a formarse una idea; aquellos que pueden poner en cuestión el sistema.

Que un comerciante -o su dependienta- se vea en la obligación de retirar un libro del escaparate ( por el miedo anidado en su conciencia o por indicaciones de un tercero) nos da la pauta exacta de la deficiente calidad democrática de una ciudad en la que con el dinero público y el poder otorgado por los ciudadanos, se extorsiona a los que se salen del redil de los borregos.

En Calahorra -y en La Rioja -el Partido Popular ha creado un clima irrespirable de clientelismo , cuyo fruto es una sociedad enferma y sin sentido crítico, en la que el miedo a sus propios gobernantes lo contamina todo.

Por cierto, el libro está disponible en estos enlaces para descargar y/o leer:

- http://es.scribd.com/doc/55705086/Calahorra-La-Ciudad-Encantada (Más de 1.700 descargas)
- http://issuu.com/calahorra.la.ciudad.encantada/docs/_calahorra (más de 3.500 visitas)

1 comentario :

  1. Es cierto que predomina el borreguismo y el dejar las cosas como están. Qué nos está pasando?. Hemos sido abducidos por la comodidad material para ni plantearnos la alteración más mínima de nuestra situación ética?

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