sábado, 28 de diciembre de 2013

La bella y la bestia.



El otro día tomando vinos, un amigo de esos que solamente ves en fiestas señaladas me preguntaba por “la política”. Preguntas banales con banales respuestas. Terminó con el tema afirmando: “luego os iréis todos a cenar juntos”

Es una creencia extendida, que tras el fragor de la batalla dialéctica, los contarios se van al bar a charlar amistosamente, lo cual, es falso de solemnidad. De hecho, cuanto más doméstica es la esfera política…Peor (o más inexistente) es la relación, ya que los temas a tratar suelen estar tan cercanos a la piel que puede llegar a ser muy difícil discernir lo político de lo personal.
Suelo poner como ejemplo al alcalde de mi pueblo, que al mismo tiempo es senador por La Rioja…Javier Pagola.
En el último pleno celebrado en mitad de las navidades del 2013 -al terminar la sesión-, se debió de sentir obligado a felicitar las navidades a los allí presentes…Sus propios concejales así como la del Partido Riojano, PSOE y UPyD.
Para evitar felicitar directamente a sus oponentes políticos dijo: “ Quiero en estas fechas felicitar las navidades a todos los ciudadanos de Calahorra y por tanto como ustedes también forman parte de la ciudadanía….”, vamos, que se dieran por felicitados.

En ese mismo pleno, la portavoz del Partido Riojano tuvo la tremenda osadía de presentar una moción de urgencia. Osadía doble ya que el alcalde del PP nunca permite debatir mociones de este tipo, y en segundo lugar, porque presentar en un ayuntamiento de derecha extrema una moción sobre Nelson Mandela es para llegar al pleno con casco y chaleco antibalas.
Pero la concejala del PR, tan resuelta como apasionada, se puso el mundo por montera y comenzó a leer al pleno su moción. Mientras iba desgranándola, la bancada del Partido Popular se contorsionaba entre gestos, miradas de perplejidad y cuchicheos al oído. Pretendía la concejala, -en un alarde de candidez y buena voluntad-, que el Ayuntamiento presidido por Javier Pagola dedicara una de sus calles (o plazas) al político de color recientemente fallecido en Sudáfrica, o que en el peor de los casos se le colocara una placa o recordatorio en algún punto de la ciudad. Por último, pedía que el conjunto del pleno guardara un minuto de silencio en memoria y reconocimiento de la figura de Nelson Mandela.
Yo mientras la escuchaba pensaba que difícilmente aquellas personas iban a pasar por ponerle una calle a “un negro” y para colmo “rojo”.
Así sucedió. El único grupo que se negó a debatir la moción, fue el Partido Popular, que votó en contra. Aunque no terminó aquí la historia.
Con su mayoría absoluta el PP dejaba a Nelson Mandela sin calle, ni plaza, ni placa, ni hostias…Eso sí, afirmando que en otro momento lo estudiarían. Pero lo mejor, (o que sin duda es merecedor del premio “Gañan 2013”) fue la negativa del alcalde y senador “Javier Pagola”, a que la corporación guardase un minuto de silencio en memoria de Mandela.
Para justificarlo, Pagola dijo: “En cuanto a lo de guardar un minuto de silencio, si tenemos en cuenta que ni ellos mismos (los sudafricanos) eran capaces de guardar silencio….pues vamos a dejarlo”...Con dos cojones; como Dios manda.

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