Sanz y Suárez…Como dos gotas de agua.

Me encontraba repasando la prensa en Internet, bebiendo de las abundantes editoriales sobre el recientemente desaparecido Adolfo Suárez, cuando me he encontrado con una perla negra, de esas que te dejan sin sangre en el cuerpo.
Entre las muchas odas, merecidas a Suárez, algunas han destacado por su sinceridad, otras por lo espontáneo y una en concreto me ha dejado francamente estupefacto.

El gabinete del Presidente del Gobierno de La Rioja, (Pedro Sanz Alonso) envía a la prensa lo siguiente:

El presidente del Ejecutivo regional ha recordado su participación en el homenaje que en 1996 se tributó a Adolfo Suárez en la sede central del Círculo de Lectores en Barcelona con ocasión del Premio Príncipe de Asturias a la Concordia que le fue otorgado ese año. En este sentido, cabe recordar que Pedro Sanz fue una de las personas que respaldó la candidatura del expresidente del Gobierno para dicho Premio. En la carta de apoyo, señalaba que “el éxito de la transición a la democracia en nuestra reciente historia es fruto de la común voluntad de las mujeres y hombres españoles que confiaron en el programa de concordia que supo comunicar Adolfo Suárez”.

Pedro Sanz ha destacado “la calidad humana de Suárez así como su defensa de los valores democráticos y su esfuerzo para buscar y lograr el consenso entre todas las fuerzas políticas y agentes sociales” y, recordando los mensajes incluidos en la carta de apoyo a la concesión del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, ha afirmado que “hay una deuda permanente de gratitud hacia su persona y de reconocimiento a su labor que nos permite este presente de libertades”.
Fuente: Gob. La Rioja

Tal vez para el que no sepa quién es Pedro Sanz (unos 46,7 millones de españoles), estas palabras del presidente riojano le puedan parecer sinceras, normales y cabales. Sin embargo quienes conocemos su trayectoria política, no podemos por menos que quedarnos ojipláticos.

Yo pensaba que Suárez era exactamente todo lo contrario que es Sanz… Que no podía haber ejemplo más antagónico. Pues estaba equivocado.
Resulta que a Pedro Sanz lo que realmente le gustan son los políticos con un espíritu constante de entendimiento con los adversarios…Los que usan una oratoria respetuosa, cabal y conciliadora; aquellos que atesoran un talante siempre dispuesto a la asertividad política.
¡Ha sido toda una sorpresa!.
Yo creía que a Sanz le encantaban los políticos que salen a la tribuna del Parlamento sin otro mensaje en la boca que la descalificación al contrario, la prepotencia y la más sanguinaria de las retóricas. Creía que le encantaban los políticos paletos y mediocres, que en vez de rebatir los argumentos del contrario con los suyos propios se dedican a atacar personalmente a quién osa interpelarles, bajando si es preciso a las cloacas de la política a buscar una mierda que de no existir se inventa, para resurgir vomitándola contra el oponente.

Pero resulta que no. Reconozco mi equivoco.
Lo dicho, Sanz y Suárez…Como dos gotas de agua.