El pódium de los peor valorados.

El Ayuntamiento de Calahorra es una administración pública, supuestamente dirigida por 21 ediles elegidos libre y democráticamente por sus ciudadanos. La realidad es que tan sólo 11 de ellos (más el alcalde) tienen encomendadas tareas de gobierno, el resto, hasta llegar al número total de 21, forman parte de la oposición, y por decisión expresa del alcalde están apartados de cualquier tipo de gestión.

Para conocer la opinión de la ciudadanía sobre los concejales a disposición de Luis Martínez Portillo, se ha encargado una encuesta demoscópica, realizada por la empresa “Celeste Tel” mediante 400 entrevistas telefónicas, a cuyos resultados ha tenido acceso este blog.
La muestra de 400 llamadas está fragmentada por capas sociales, de edad y de sexo, y tiene un nivel de confianza del 95,45% (2 sigmas), y para P=Q, el error es del +/- 4,9%, para el conjunto de la muestra.

He elegido tres de estos ediles para colocarlos en un pódium imaginario y armar el artículo...Los tres peor valorados por la ciudadanía.
Para discernir si los ediles cuentan con mayor o menor valoración entre las diferentes sensibilidades políticas, la encuesta también segmenta por inclinación política de los encuestados. Como resultado más evidente podemos observar en las tablas la menor o mayor valoración que cada uno de los concejales saca entre los votantes de su propio partido, entre los de otros partidos y entre el “resto” de la población.

Los tres ediles peor valorados por la ciudadanía son del PP y por tanto con responsabilidades de gobierno.Tiene su lógica, aunque no siempre.

MEDALLA DE BRONCE:
María Teresa Antoñanzas se alza con el tercer puesto en el pódium al concitar una valoración directa negativa del 25 % de los encuestados. Un 21 % de los encuestados la valoran positivamente y el 43 % de los ciudadanos no saben quién es.

MEDALLA DE PLATA:
El segundo puesto entre los concejales con menor estima se coloca Rosa Ortega, que recibe una valoración directamente negativa del 26,5% y tan sólo un 19% la valoran positivamente. Por último, tras dos legislaturas gobernando existe un 44,3% de los ciudadanos que no la conocen.

MEDALLA DE ORO:
El concejal peor valorado de todo el Ayuntamiento de Calahorra es Oscar Eguizábal, que recibe un contundente 34,5% de valoración negativa directa, es decir, 8 puntos más alta que el siguiente (Ortega) y casi doblando a alguna de sus compañeras de corporación.
Únicamente el 14,8% de los encuestados tienen una buena opinión sobre Eguizábal. Un 40,8% de los ciudadanos afirman que no saben quién es este edil.

Como se puede ver en las tablas unipersonales, existe un importante porcentaje de encuestados que no valoran y otro (mucho mayor) que no conocen a los ediles, por lo tanto no pueden valorarlos positiva ni negativamente. Si eliminamos ambos porcentaje, y sólo tenemos en cuenta la valoración de quienes verdaderamente los conocen y opinan, el resultado no hace variar la clasificación, pero resulta bastante clarificador:

Eguizábal: Mala valoración para el 70 % de los que lo conocen.
Ortega : Mala valoración para el 58 % de los que la conocen.
Antoñanzas : Mala valoración para el 54 % de los que la conocen.

Para finalizar, según la encuesta los tres ediles peor valorados también son analizados desde la óptica de los simpatizantes de su propio partido, desde los partidos contrarios y desde los encuestados sin filiación política. Es una visión que nos aporta algunas claves interesantes:
La importancia de la opinión de los simpatizantes-votantes del Partido Popular es fundamental en el resultado final, ya que proporcionalmente son más numerosos que los del resto de categorías (Votantes del PSOE, Votantes de otros partidos y resto). Por tanto, una mala valoración en el grupo más numeroso (votantes-simpatizantes del PP) es más decisiva que si esta se produce en el grupo menos numeroso, que en este caso sería el de "votantes de otros partidos.
Esta importancia inclina la balanza en la pugna entre Ortega y Eguizábal por la "medalla de oro", ya que el segundo obtiene una muy baja valoración entre sus propios afines, mientras que Ortega es en ese grupo donde más valorada está. Por el contrario Eguizábal, es incluso mejor valorado por los votantes-simpatizantes de otros partidos que por los del suyo propio.

Ortega saca una valoración muy mala entre los simpatizantes del resto de partidos.Es valorada negativamente por el 45,9% de los simpatizantes-votantes del PSOE y por el 32% de los del resto de partidos.

María Teresa Antoñanzas con un (35,9%)voto positivo, obtiene una valoración mejor que Ortega (31,7%) y Eguizábal(15%) entre los simpatizantes-votantes del PP y una mala (o muy mala) entre el resto de la ciudadanía.

Otro factor importante a valorar es el desconocimiento entre los simpatizantes-votantes del PP (los más numerosos de los cuatro grupos) de sus propios concejales.Según esta encuesta los votantes del PP en Calahorra que no conocen a Antoñanzas son un 38,9%, a Ortega no la conocen el 43,1% y sorprendentemente (en mi opinión) al edil Eguizábal la mitad de ellos afirman no conocerlo, un 51,1%.

A la luz de estos datos, se pueden desarrollar infinitas líneas de análisis.Se me ocurren muchas causas, pero dejo esa labor de reflexión para los que se acercan hasta este espacio; personas inteligentes que sabrán sacar sus propias conclusiones.