Los medios que elevan y sepultan

Parece que algunos medios de comunicación han comenzado a cansarse de cantar las bondades a los chicos de “Podemos”. Yo hace mucho que me cansé. Me hastié de llegar a casa y encender la televisión para escuchar las mismas cosas 1000 veces repetidas por las mismas personas.
Es como si cada día al llegar a casa, -pongas la cadena que pongas- va y te encuentras a Félix Rodríguez de La Fuente contando la reproducción del Lirón Careto. Yo adoro a Félix (y a los lirones) pero incluso aquello que más adoro puede llegar a resultarme insoportable si me lo repiten 1000 veces.
Cuando llegas a casa cansado de tu trabajo, te apetece sentarse en el sofá y conocer las noticias del mundo, de España y lo que venga, pero escuchar cada día las mismas cantinelas repetidas…Pues como que no.
Hablar está muy bien, pero yo prefiero “hacer más” y “repetir menos”. Para hablar, hablar y hablar, (al tiempo que no hacer nada por los demás), conozco a mucha gente (legión) que tienen por máximo mérito la lengua, - ahora también el dedo- pero que nunca han dado un palo al agua a no ser para medrar en su propio y particular interés.

Pero lo preocupante no es que esos medios de comunicación privados comiencen a cansarse de “Podemos”, lo que verdaderamente preocupa es el motivo de ese cambio de tendencia.
El punto de inflexión en el tratamiento hacia Pablo Iglesias y sus colaboradores más cercanos comienza por una entrevista que Ana Pastor ( El Objetivo) le administra al líder de “Podemos”.
Con su habitual estilo (que ya definí en cierta ocasión) pone a Iglesias contra el espejo de su propia utopía.
El profesor de Ciencias Políticas estaba acostumbrado-hasta ese momento- a rebatir a adversarios políticos con argumentos de manual (casta, pobreza, puertas giratorias, rescates bancarios, desahucios, etc), que son irrebatibles y de absoluto sentido común. Tampoco tenía mayores problemas ante las entrevistas laudatorias de los presentadores de sus propios programas de cabecera, en los que es la estrella indiscutible.
Ana Pastor en su programa hace algo que nadie había hecho hasta ese momento, lo coloca frente a sus contradicciones y le plantea aquellas preguntas que no tienen respuesta. El resultado es un terremoto que sacude la débil estructura de algunos pasajes de su argumentario.
Pero reducir todo a una entrevista en plan “cabrón” sería simplista. No podemos olvidar que varios asuntos ponen en entredicho la coherencia de Iglesias, Monedero y Errejón, en referencia a actividades del ámbito privado que han realizado en Universidades y al frente de una productora de televisión.
Son cuestiones – en principio- menores, que en nada desvirtúan el mensaje necesario de la formación política, y que salen a la luz tras una “caza de brujas” que seguramente el Gobierno ha orquestado contra los líderes de Podemos, a los que se les está investigando con una rigurosidad propia de la Gestapo. No me extrañaría que se estén utilizando para ello (de forma absolutamente fraudulenta) mecanismos y organismos oficiales…Todo con el único y miserable objetivo de desacreditar a estas personas.
Son también estos asuntos los que han comenzado a aparecer en el panorama mediático e interesan a la población.
De la entrevista con Pastor, el pasado domingo, Pablo Iglesias salió tocado, y tocado cayó en manos de Pepa Bueno en la Cadena SER, la cual dejó en evidencia muchos de los habituales planteamientos del recién elegido Secretario General.

A partir de este momento, parece que todo se ha vuelto del revés excepto la sobreexposición mediática. Los medios privados siguen necesitando a “Podemos” para hacer caja, pero ya no es sólo para adularlos sino que empiezan a poner en duda sus planteamientos y la coherencia ética de sus dirigentes. Acabada la gallina de los huevos de oro “buenísimos” ahora van a explotar a la de los huevos “Malísimos”. Pero ni tan buenos eran ayer ni tan malos van a ser mañana.

La cadena que más beligerante se muestra contra “Podemos” en estos momentos es Telecinco, a la que el pasado sábado Iglesias dejó “plantada”.
Incumplió un acuerdo alcanzado con Mediaset para su programa estrella de los sábados, porque Iglesias no quería someterse a una entrevista (sólo) frente a tres periodistas. Esa simple negativa – a asistir al programa- fue suficiente escusa como para que comenzara el linchamiento contra el muchacho de la coleta en la cadena…No por ser mejor ni peor su discurso ni su oferta, sino por dejarles plantados.
Porque en este país nuestro, una de las mayores y más peligrosas mafias que existen son precisamente algunos medios y grupos de comunicación privados, que disponen de las herramientas suficientes para elevarte a los cielos o hundirte en los infiernos según sea su interés en cada momento.
La prensa corrupta (amancebada al dinero de quienes la silencian y manipulan) es la mayor amenaza contra la democracia en España. Una amenaza mayor incluso que los casos de corrupción que tanto nos preocupan, porque de estos casos se encargará la justicia empujada por la indignación social, pero…Los medios de comunicación corrompidos seguirán manipulando y ocultando la información a su conveniencia, engañando a la opinión pública impunemente.
La toxicidad de esta prensa corrompida es manifiesta y aunque en los primeros momentos los líderes de “Podemos” no percibieran sus consecuencias, la realidad es que se están sometiendo a una sobreexposición brutal, tras la que pueden acabar ardiendo en riguroso directo.

Si resulta ser cierto lo que algunos medios de comunicación afirman sobre la productora de programas de televisión propiedad de Pablo Iglesias, estaremos ante el Secretario General más breve de la historia democrática de los partidos políticos en España.
Será cuestión de seguir consumiendo tóxica televisión y esperar acontecimientos