La Mayoría Absoluta

El refranero español tiene nutrido repertorio para definir el escenario que se abre por delante.
Uno de ellos habla de “San Martín”, pero yo me voy a quedar con aquel que dice :

“No hay mal que 100 años dure, ni cuerpo que lo resista”

Ayer la mayoría absoluta de las riojanas y los riojanos les dijimos “adiós” a Cuca Gamarra, a Luis Martínez-Portillo, a José Antonio Abad…A una manera de gobernar alejada de la sociedad.

Adiós a la privatización de la sanidad, a la corrupción y a las mayorías absolutas del partido Popular.

Hoy Pedro Sanz, Carlos Cuevas, Emilio Del Río… Son historia, o más exactamente personas que pasarán a la historia de esta Comunidad como protagonistas de una época negra, que aunque no lo parecía en sus inicios terminó por convertir la voluntad mayoritaria y democrática de los riojanos en una herramienta para la instauración y mantenimiento de un régimen clientelar y sectario, sustentado en el más caciquil de los tráficos de influencias.
Los riojanos y las riojanas han hablado alto y claro abriendo de par en par las ventanas de una Comunidad harta de dos décadas que nos dejan en herencia usos y maneras propias de las purgas stalinistas .

Es mucho el trabajo que queda por delante para retomar el pulso democrático en una sociedad amordazada donde la prostitución de muchos y la corrupción de otros ha dado como fruto La Rioja de hoy, una región con dos realidades pero con un solo futuro.

En la mano de un grupo de “ciudadanos” está la respuesta a si “podemos” o no vamos a poder. De si damos carpetazo definitivo a los chalets ilegales de Sanz, el blanqueo de dinero negro, las amnesias de Carlos Cuevas, las sedes en “B”.
De terminar con el expolio de las arcas públicas para favorecer a empresas privadas en detrimento de los Servicios Públicos.

En la mano de una mujer, (de una socialista) está el futuro de la “Rioja” que existe pero no es…La Rioja de la honestidad, del trabajo compartido, de las oportunidades amables y las manos tendidas. Una región que necesitaba un golpe de aire fresco.

No habrá nadie (más allá del Partido Popular) que quiera situarse frente a la evidente voluntad de cambio de una sociedad que se ha colocado en el camino de la esperanza.


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He asomado la cabeza por la ventana de mi casa. Luce el sol y una nube de vencejos comunes revolotea mientras redoblan las campanas de la Iglesia de Santiago. Una leve brisa me trae el olor de las choperas del Ebro que asciende por la calle Pastores.

Saludos desde la Bimilenaria Ciudad de Calahorra