Las monjas políticas de Calahorra, (Capítulo 2)

Si se quieren poner en antecedentes, en la página principal de este blog encontrarán el capítulo 1 de esta historia.

Llegado el día 24 de mayo, jornada electoral para elegir al nuevo alcalde de Calahorra, en el asilo de las Hermanitas de La Concepción (de gestión privada a cargo de monjas católicas), se registró cierta actividad de carácter político.

Como más destacable -y lamentable- desde el propio asilo se solicitó la presencia de miembros de Cruz Roja Española, para que trasladaran hasta el colegio electoral de Aurelio Prudencio a varios ancianos para ejercer el voto. Lo lamentable reside en que se trataba de ancianos totalmente incapacitados para hacerlo, por no estar en plenitud de sus facultades mentales.

Cuando los voluntarios de Cruz Roja llegaron al Aurelio Prudencio (mientras estos se informaban de en cual de las siete mesas tenían que votar), los ancianos que trasladaban quedaban divagantes en mitad del pabellón. En ese momento un interventor y concejal del Partido Socialista "Oliver Lolo" se dirigió al grupo ancianos para charlar con ellos. Les formuló un par de preguntas certificando que aquellas pobres personas no sabían ni donde estaban, ni si tenían (o no) hijos o nietos. Estaban mentalmente incapacitados para votar.

Tal era su nivel de incapacidad, que finalmente ninguno pudo votar, ni tan siquiera aparecían en el censo puesto que se encontraban incapacitados legalmente con anterioridad…Es decir, que "alguien" había enviado a varios ancianos a votar pese a ser conscientes de que estaban incapacitados legalmente, y no sólo eso…Con instrucciones de qué papeletas eran las acertadas para seleccionar.Por si colaba.

Como evidentemente aquellos ancianos estaban fuera de su plenitud mental, no sabían ni donde estaban, ni mucho menos qué papeleta seleccionar, para suplir esta carencia de ánimo votante, una voluntaria de Cruz Roja fue la encargada de preparar algunos votos en el mismo colegio electoral ante la mirada atónita del número tres de la candidatura de Cs, que en presencia del mencionado concejal del PSOE se acercaron hasta la voluntaria y pusieron en su conocimiento que le acababan de ver lo que estaba haciendo (meter las papeletas) y les parecía sorprendente. La respuesta de la voluntaria fue: “Que a los ancianitos les hacía mucha ilusión votar”….y que: "Total daba lo mismo porque finalmente no habían podido votar"….Claro, ¡Estaban incapacitados legalmente!

Llevar a ancianos seniles (e incapacitados legalmente) a votar con el voto dirigido hacia el partido que tú quieras, y contar para ello con la colaboración de la Cruz Roja es una cosa muy fea, y lo digo como demócrata y como cristiano...Me parece un escándalo que religiosas católicas permitan o participen de estas prácticas.

Pero vamos a retomar en este punto una cuestión fundamental. En el Asilo de la Concepción, en el periodo de tramitación del voto por correo (tal y como contaba en la primera parte de este artículo), se produjeron masivos apoderamiento de ancianos presuntamente impedidos para trasladarse hasta el colegio a votar. Ancianos apoderados (apadrinados) por un candidato, concejal, ex concejal, familiar de concejal o militante del Partido Popular de Calahorra.
Para que alguien pueda ejercer de “apoderado” se precisa que esa sea la voluntad del anciano y que un médico emita un certificado de que la persona en cuestión está incapacitada para poder trasladarse hasta el Colegio a votar.

Sorprendentemente, tras repasar uno a uno la lista de ancianos que enviaron el voto de esta manera, he encontrado a varias personas que a mi juicio están en perfectas condiciones de salir a votar (a día de hoy), y que incluso salen habitualmente del asilo y se desplazan con normalidad. Esta circunstancia me parece muy extraña porque implica que miembros y afines a un mismo partido político pudieran haber tutelado el voto a personas que no lo precisaban por estar perfectamente capacitadas para ir a votar a su colegio electoral, y todo ello fue posible gracias a que un facultativo lo certificó.


Como dato curioso destacar que en la lista de votantes por correo domiciliados en el asilo, casi todos superan los 80 años de edad. Más de una decena de ellos superan los noventa e incluso una señora cuenta con 104 años y al parecer, todos tienen una irrefrenable ansia por votar.

Y llegados a este punto cabe preguntarse: ¿Qué importancia tienen este tipo de cosas acontecidas en una residencia gestionada por monjas católicas en donde se aloja a más de un centenar de ancianos?

Para hacernos una idea de lo que estas prácticas han podido influir en los resultados electorales, baste recordar que en el Colegio Aurelio Prudencio (que contaba con 7 mesas) el Partido Socialista ganó al PP en el voto municipal en todas ellas (en alguna incluso por una treintena de votos de ventaja) en todas excepto en una….Casualmente la mesa 3-9-A (en la que votaban los domiciliados en el asilo de las Hermanitas de la Concepción) fue en la que ganó el Partido Popular.

Si tenemos presente que el PP de Portillo consiguió su concejal número 9 por tan sólo 47 votos, resulta muy lógico pensar (nada descabellado) que de no haberse producido todas las circunstancias que vengo relatando en estos dos artículos, el noveno concejal del PP se hubiera caído, correspondiendo a Ciudadanos que alcanzaría el tercer concejal, y ahora estaríamos en un escenario muy diferente…