Hasta luego cocodrilo.

La doble sesión plenaria celebrada en el día de hoy en el Parlamento de La Rioja nos ha dejado algunas perlas reseñables para la historia.

Ante la atenta mirada de una delgadísima María Dolores de Cospedal, José Ignacio Ceniceros juraba su cargo como Presidente de La Rioja y como republicano declarado, ya que optó por no jurar lealtad al Rey, y lo hizo con soltura, sin utilizar atajos ( del tipo "Por Imperativo legal" )…Sencillamente no juró lealtad al Rey… Y punto pelota.
Eso sí, en su posterior discurso dejó claro que agradecía la lealtad del Rey hacia él…Vamos, que nos ha salido vasco el Sr.Ceniceros. Del mismísimo Botxo.

José Ignacio comienza bien su mandato. Me ha gustado. Es republicano y ha elegido para su entronización la casa de todos (el Parlamento) y no la de Dios, como hacía Pedro Sanz, más amigo de sotanas y liturgias trasnochadas. Todavía estarán los frailes de San Millán esperando una llamada del nuevo presidente.

Hoy el Parlamento de La Rioja estaba tan abarrotado, que incluso se ha permitido que determinado público accediera a la segunda planta del claustro, para desde esa atalaya observar el juramento de Ceniceros.
Al nuevo presidente le han acompañado alcaldes, amigos, familiares (muy lógico y aplaudible)… Pero también mucho aspirante a vivir de la mamandurria. Todo aquel y aquella que ansía conservar su actual poltrona (o que tiene la esperanza de que lo acomoden en un alto cargo o puesto de libre designación) estaba hoy en el Parlamento. Todos prestos al “besamanos” (o al “besaculos” si es preciso) con tal de posicionarse ante quien mañana o pasado anunciará la lista oficial de más de medio centenar de altos cargos políticos y otros tantos o más puestos de libre designación, con salarios anuales de entre 45.000 y 60.000 Euritos…

Me ha sorprendido mucho ver personas que jamás se habían arrimado por el Parlamento en la pasada legislatura, (ni tan siquiera cuando se trataban temas de sus áreas o de sus municipios)…La cosa está muy mal, y hay que buscarse las lentejas a ser posible sin pegar ni chapa.

Después de las felicitaciones (y el descanso de una hora), sus señorías estábamos convocados a un segundo pleno. En esta ocasión, de “segundón” actuaba el ya “no presidente Sanz”, al cual el PP y Ciudadanos le buscaban un acomodo en el Senado como Senador autonómico designado por La Rioja.
La votación deparó dos sorpresas mayúsculas. La primera que Sanz contó con el apoyo de sus 15 diputados, pero también con otros dos más de Ciudadanos, y sorprendentemente no con el del resto de diputados de esta formación desconcertante. Se ve que a Sanz le hacía ilusión salir por mayoría absoluta y dos de C´s le dieron el capricho al abuelito.

Para votar si mandábamos al cocodrilo al Senado sólo había tres opciones (ya que era el único candidato):
A) Poner su nombre.
B) Votar en blanco.
C) Emitir un voto nulo.

Pues bien, finalizada la votación, el secretario primero de la cámara procedió a la apertura de los 33 votos y a su pública lectura. El resultado (según él) fue 17 votos para Pedro Sanz y 16 votos en blanco…Eso es lo que dijo Felix Vadillo, que decidió pasarse la democracia y la ley por el forrillo, y dio por votos en blanco varios que eran legalmente nulos…Al menos dos que se sepa, pero puede que incluso más.

El señor Vadillo, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo ¡trucó el resultado de una votación de un Parlamento democrático!…Yo no salgo de mi asombro, ¿Cómo se puede cometer semejante tropelía?; un diputado del PP, que tan alegremente se toma la democracia por su mano.
El resultado real de esa votación fue de 17 Pedro Sanz, 14 Blancos y 2 nulos (al menos)

La elección trucada de Sanz como senador fue el mejor epílogo para alguien que se pensó cocodrilo aunque nunca pasó de caimán, y que sustentó la parte final de su mandato en similares trampas y atajos como el amaño de esta última votación.