Pese a ser un líquido elemental para la vida y la economía, el agua es un tesoro que cuando abunda no despierta el menor de intereses entre los necios. Los problemas comienzan cuando escasea. En ese momento se generan grandes conflictos y se abona el terreno para que eclosionen toda suerte de oportunistas y profesionales del medrar, que ofertan soluciones mágicas (y presuntamente originales) para acabar con la escasez hídrica.
Pero la solución al desabastecimiento de agua de boca en el sistema del Oja -Tirón no verá la luz en ningún otro terreno que en el del sentido común. O lo que es lo mismo; todo está ya inventado y lo único que falta es que el Gobierno de La Rioja se ponga de una vez por todas a trabajar en soluciones.
El 31 de julio de 2002, bajo la presidencia de Pedro Sanz , el Consejo de Gobierno decidió aprobar el Plan Director de Abastecimiento a Poblaciones de La Comunidad Autónoma de la Rioja. Dentro del mismo se encontraba el proyecto del denominado “Sistema Oja – Tirón”, diseñado para dar abastecimiento de agua de boca a medio centenar de municipios.
Una compleja red de conducciones a lo largo de la cuenca, conectada a cada población y que sería abastecida desde un depósito nodriza en la villa de Ezcaray. Surtido este de aguas subterráneas del mitológico acuífero Anguiano-Pradoluengo.
Un proyecto del Partido Popular que para diciembre de 2012 ya había consumido más de 25 millones de euros en su construcción, y que catorce años después de ser aprobado sigue sin finalizarse, lo cual es una prueba evidente de su precaria base técnica, así como de la incompetencia de un gobierno que no es capaz de garantizar a sus ciudadanos algo tan básico como el agua de boca.
Por si le faltaban pocos ingredientes a este sainete rocambolesco, el Gobierno de La Rioja encargó en 2011 un estudio de alternativas para ver la viabilidad de construir un embalse aguas arriba de Ezcaray, el cual garantizase el suministro necesario al abastecimiento. Una actuación que durante más de un lustro se ha ocultado por parte del Gobierno a la opinión pública, incluidos los grupos parlamentarios.
En este asunto el Partido Socialista lo tiene meridianamente claro. En primer lugar no consideramos apropiado en este momento construir presa alguna aguas arriba de Ezcaray, del mismo modo que tampoco lo considerábamos en 1991, fecha en la que el gobierno socialista de Pérez Sáenz metió en un cajón (para siempre) la proyectada presa de Posadas.
Pero lo primero antes de todo es garantizar el suministro de agua de boca a todos los municipios. Para ello existen soluciones posibles que pasan en primer lugar por revisar las previsiones de consumo.
Es irreal hablar de un consumo medio por persona de 258 litros al día, máxime cuando sabemos perfectamente que el pasado año (2015) en nuestro país el consumo medio fue de 130 litros por persona y día. Partimos de unos datos viciados sobre los que se ha construido una necesidad duplicada. Irreales también las previsiones de crecimiento demográfico en el horizonte del 2.025.
En segundo lugar muchos municipios no han atendido como debieran sus redes de distribución, y en algunos casos se puede estar perdiendo (por fugas) hasta el 70% del agua que sale cada día de los diferentes depósitos municipales. Con este panorama de despilfarro y exceso en la previsión de consumo es muy posible que realmente sólo necesitemos la mitad del agua si todo estuviera en perfectas condiciones.
Por tanto, si somos capaces de acomodar la realidad existente a la demanda prevista, y solucionar la pérdida por fugas, habremos avanzado lo sufriente como para que con el bombeo del pozo San Torcuato (que se supone aporta sin inconvenientes hasta 200 litros por segundo) sea prácticamente suficiente. Sin olvidar que también existe la posibilidad de acometer otra obras auxiliares (ambientalmente inocuas) que pueden aportar al sistema el agua suficiente como para no tener que construir ningún embalse; pequeños azudes en superficie, pequeñas presas sumergidas, mantenimiento activo de los abastecimientos actuales, etc. etc.
Soy consciente de que lo que digo ni es novedoso ni espectacular. Tampoco estaré dando la sensación de ser un experto en nada, pero sencillamente es lo primero que hay que hacer….Ahorrar, no despilfarrar, y ante todo pensar que construir un embalse en cabecera es la última bala, a la que no creo sea necesario llegar si se actúa con cabeza.
Por cierto, hace meses que el PSOE solicitó la comparecencia urgente del consejero de Agricultura y Medio Ambiente -Iñigo Nagore- ante el Parlamento de la Rioja para dar explicaciones sobre este asunto…Ni se ha dignado a comparecer. Un silencio del Gobierno que lo único que favorece es la confusión.
lunes, 25 de julio de 2016
El Oja revuelto, ganancia de pescadores
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Política regional
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