¿Contra Ceniceros vale todo?.

Desde que “El Patriarca” dejó su puesto, -obligado por la pérdida de cinco diputados- y fue arrojado de la presidencia por los responsables de CIUDADANOS, los residuos de su régimen han orquestado contra José Ignacio Ceniceros un contubernio que no encuentra fronteras ni tan siquiera en la esfera privada.

Los mismos que consintieron, alentaron y taparon durante años las impías conductas de Pedro Sanz, ahora se han colocado el disfraz de papistas y enmiendan al mismísimo pontífice.
Aquellos que cohabitaban y se amamantaban del máximo responsable del blanqueo de dinero negro (200.000 de Bárcenas) y de las infracciones urbanísticas, se han transmutado en “judíos conversos”; es decir… En hipócritas manifiestos.
La credibilidad es una etiqueta que cuesta mucho ganar pero se malogra en un solo día. Imaginen la que pueden conservar quienes hace más de dos décadas que perdieron todo atisbo.

Ha de ser contundente Ceniceros con unos y otros, si no quiere aparecer el día menos pensado con un puñal colocado en la espalda a modo de perchero.
A estos caballeros -y damas- que lo atacan, nada les importa la regeneración del Partido Popular ni el progreso de nuestra tierra; ni la democracia, ni mucho menos el diálogo. Sueltan espumarajos por la boca cada vez que contemplan un detalle de humanidad entre su Gobierno, un gesto…Una palabra amable, un propósito de enmienda.
Se retuercen -cual intestino colapsado- cuando sienten que se derrumba el sistema clientelar tejido durante décadas…Pero tendrán que asimilarlo. No hay vuelta atrás.
Se jodió la mayoría absoluta del PP. Se jodió la mamandurria.

No gusta entre la derecha cazurra y provinciana el anuncio de pactos por la sanidad, ni las mesas de negociación, ni la leyes de transparencia. Tampoco el reparto ético del dinero de todos.
Quieren que nada cambie. Que todo siga igual. Que La Rioja siga siendo ese minúsculo reino de Taifas en el que hasta el más mermado puede sentirse rey del mundo, según a quien se arrime.
Hay que despertarles de su largo sueño. Abrir ventanas para que el olor a rancio desaparezca, y colocar a cada cual en su justo lugar.
La Rioja será lo que los riojanos quieran, no lo que quieran quienes se creen colocados en un puesto de mando para el cual no han sido elegidos por la ciudadanía.

José Ignacio Ceniceros no es el Presidente del Gobierno que necesita La Rioja para afrontar su futuro con garantías. Precisamente por ello los 14 diputados de la oposición (PODEMOS y PSOE) le dimos un “NO” en su investidura. Pero CIUDADANOS decidió volver a colocar al PP al frente del gobierno. Fue la constatación de una impostura respecto de lo que prometían en su campaña. No hubo cambio porque así lo quisieron.
Gustará más o gustará menos, pero es lo que hay.
Llegados a este punto, el Presidente y su Gobierno merecen un respeto que algunos desde su propio espectro político y social le están negando.

No se preocupe Sr. Ceniceros. Desde la izquierda discrepamos y discreparemos de sus políticas, se las afearemos, lo criticaremos. Denunciaremos públicamente sus errores (Cuando sea necesario) y le presentaremos alternativas. Pero siempre desde la decencia y el respeto que usted merece mientras no se demuestre lo contrario. Como Presidente y como persona.