Los calabozos de Pancho Villa

Dicen que para dejar huella en este mundo, hay que tener un hijo (o hija), plantar un árbol, escribir un libro y vamos a añadir uno más: Pasar una noche en los calabozos tercermundistas de la Jefatura de la Policía local de Calahorra.

Por si no fueran ya suficientes los lamentables episodios de incompetencia e irresponsabilidad protagonizados por quienes dirigen este cuerpo desde el Ayuntamiento de Calahorra, hoy hemos conocido uno más que sumar a los escandalosos sucesos en materia de tráfico, personal, protección civil, irregularidades en el otorgamiento de vados, clientelismo etc. etc.

Resulta que hace unas semanas, desde la oficina de la Defensora del Pueblo (Soledad Becerril), se realizó una visita "programada" (según dice en su propia Web) a las dependencias del cuartel de la Policía Local.
Querían ver en qué estado se encontraban los calabozos para detención de personas y su mantenimiento en los mismos previamente a ser puestas a disposición judicial.
Una inspección dentro del protocolo del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes (MNP).

Por sorprendente que pueda parecer (a quienes desconozcan la “presencia de ánimo” de los responsables), no se habían preocupado ni de ordenar cambiar las mantas.
Llegaron los dos enviados de la Defensora del Pueblo, el 20 de septiembre y se encontraron con los calabozos de Pancho Villa…Los del desastre.

Entre las muchas irregularidades que detectaron estos técnicos, destacaría el estado del interior de las celdas, que según se desprende del informe que redactaron, estaban poco limpias y con abundantes desperfectos, llegando incluso a solicitar el cambio de los servicios.
Del mismo modo detectaron que a los detenidos se les entregaban mantas sucias, que iban de unos a otros sin ser lavadas ni cambiadas. En esos mismos calabozos, era ausente la menor climatización, ni por frío ni por calor, lo cual también era irregular en unas dependencias de un país occidental.
Tampoco la seguridad de las pertenencias de los detenidos está garantizada, ya que no se dispone de bolsas auto cierre, que son obligadas para estos asuntos.
Los técnicos detectaron igualmente que el sistema de vídeo vigilancia no cubría el espacio de los calabozos, lo cual es a mi entender bastante grave, ya que impide tener control de lo que sucede en el interior, y ….Pueden pasar muchas cosas.
Sin dejar el asunto de la vídeo vigilancia, destaca el informe que y el monitor ubicado en la zona de control tampoco funcionaba el día en que se realizó la visita y que además es antiguo y en blanco y negro....¡Y suerte que no les dió por pedir la grabadora de llamadas recibidas!, porque se hubieran llevado la monumental sorpresa de que NO HAY....Nada se graba.Se les rompió hace años y no la han arreglado.

Pero no acaba con esto la visita de los técnicos de la Defensora del Pueblo, no. También remitieron un escrito al Ayuntamiento de Calahorra instándole a solventar estas otras situaciones:

-Que los agentes de Policía Local no entren con su arma en la zona de calabozos tal y como hacen ahora pese a disponer de armero.

-Que se entreguen a los detenidos mantas que no hayan sido usadas previamente.

-Que se cambie el diseño de las hojas que componen el libro registro de entradas y salidas de la Policía Local de Calahorra y adecuarlo, en la medida de los posible, a las hojas que, para estos fines, existen en el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, para anotar vicisitudes que ahora no se reflejan, como los registros que se practican a los detenidos, la toma de declaración, destino de las salidas del detenido, entrevista con su abogado, etc.

Vamos, que entrar en la jefatura local es como viajar en el tiempo al siglo pasado o en el mejor de los casos trasladarse a un país en vías de desarrollo.
Ahora comprendo las quejas que en su día se me trasladaron sobre el abandono y la desidia de estos gestores públicos….Va a ser verdad que los calabozos eran como los de una cárcel bananera.