sábado, 17 de junio de 2017

Defendiendo y justificando la corrupción

No puedo decir que me sorprenda (aunque sea de una torpeza soberana) la carta al director que hoy publica Diario La Rioja. Una misiva vergonzante
de Luis Martínez Portillo para intentar afear al Parlamento de la Rioja, al tiempo que salir en defensa del presidente de la corrupción del PP en esta Comunidad, que no es otro que Pedro Sanz Alonso.
La epístola la firma el alcalde de Calahorra, reconocido y reconocible “anti-Ceniceros”, que se muestra molesto porque el pasado jueves, el Pleno del Parlamento de la Rioja decidió reprobar al senador autonómico Pedro Sanz, por su injustificable comportamiento como tal, por el desprecio que demuestra hacia la cámara a quién supuestamente representa, por no dar explicación alguna sobre su tarea en el Senado, por su falta absoluta de trabajo, y por sus ausencias (tan vergonzosas como evidentes) de su escaño en las sesiones parlamentarias.
Aparte de ello, queda su historial como presidente del Partido Popular de la Rioja, y por tanto máximo responsable de la corrupción y de la trama corrupta de su partido, que durante años se dedicó a recaudar fondos en negro, al blanqueo de dinero y a la cuestionable financiación de la sede regional y de sus campañas electorales.
Pese a ello para el alcalde de Calahorra la cosa es diferente:


Como resulta evidente, el alcalde de Calahorra se hace justicia a sí mismo y a su fama de cínico contumaz , cuando obvia que la reprobación de Sanz por el Parlamento no ha sido fruto de ninguna comisión de investigación (como sí lo fue en el caso de su concejal Oscar Eguizábal), sino por lo que ya he relatado anteriormente, así como por su indecente utilización de los resortes públicos a su alcancé ( Ayuntamiento de Villamediana, COTUR y su propio Gobierno) para intentar regularizar la situación de su chalet ilegal en Villamediana de Iregua.
Todas estas cosas son más que suficientes y justifican sin ambages que todos los partidos políticos (a excepción del propio PP) votasen a favor de reprobarle… Porque todas estas conductas son intolerables en un gobernante, y alguien que haya utilizado las instituciones para ocultar (e intentar regularizar) una situación de ilegalidad, o haya sido el responsable de la recaudación y blanqueo de capitales no está legitimado para seguir representando a los ciudadanos.

Bien es cierto que Portillo soporta, tolera y convive a las mil maravillas con quienes han dado muestras suficientes de falta de ética en la gestión del dinero público. Tal es el caso de su propio concejal,que el mismo Portillo cita en su carta.
Eguizábal no fue reprobado por el Pleno del Ayuntamiento de Calahorra ( PSOE, PR, Cs e IU) por ser el concejal peor valorado por los ciudadanos (incluso entre los votantes del PP), ni tampoco por sus excesos verbales, su “fotoadicción" o sus ocurrencias estrambóticas, ni tampoco porque caiga mejor o peor al resto de partidos…NO. El Sr. Eguizábal fue reprobado por mala gestión, por falta de honestidad y por autorizar el pago de facturas que se declararon como falsas...Por la compra de materiales que nunca existieron ni se entregaron, tal y como concluía el dictamen que aprobó el Pleno:

- Por todo ello la comisión especial informativa recomienda al pleno la reprobación de la gestión del concejal Oscar Eguizábal ante el deficiente ejercicio de sus funciones y la falta de rigor y escrúpulo en el manejo del presupuesto municipal ni el respeto por los límites presupuestarios establecidos para las concejalías cuya delegación asumía en el momento de producirse los hechos. Conminándolo a comportarse con mayor rigor y sin confundir ni mezclar a su antojo la competencias que se le han delegado ni el presupuesto que dispone para cada una de ellas de forma individualizada, o en caso contrario que abandone sus responsabilidades públicas, o sea cesado de las mismas por el Sr. Alcalde.
Asimismo la comisión ha constatado que la factura pagada no se corresponde con la realidad por lo que se traslada estas conclusiones a los servicios técnicos del Ayuntamiento de Calahorra para que establezcan las medidas legales aplicables ante estas evidencias.

Cuando el alcalde de una ciudad como Calahorra, tiene la desvergüenza de enviar una carta a un periódico en defensa de conductas tan demostradamente deshonestas, impropias y corrompidas, lo único que deja patente es lo precario de su condición democrática... Y un apabullante desprecio hacia la ley y la ética.

1 comentario :

  1. Dios los cría y ellos se juntan. Cuando va a salir (aunque no sean todas) alguna de las cositas de Martínez Portillo ? Que ganas tengo que alguien le dé en el morrito, ayyy Panchito que bien vives, pero el que la hace la paga como el expresidente, tardó pero llegó.

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