Calahorra honrará en sus fiestas a un ilustre arnedano.

El pasado jueves desde la sala de comisiones del Ayuntamiento de Calahorra,el concejal de festejos ofrecía una de sus peculiares “ruedas de prensa con plasma” para anunciar la compra de cuatro nuevos gigantes para las fiestas.
Escuchar la misma no tiene desperdicio. Lo recomiendo.

Al margen de inexactitudes históricas y aseveraciones grandilocuentes, el concejal comunicaba que según su habitual proceder (discreto y austero) pensaba cortar al tráfico alguna calle y la Glorieta para presentar, unos días antes de fiestas, cuatro nuevos gigantes frente a la puerta del Ayuntamiento; con música ambiente, gaitas, tambores, unas grandes sábanas para que no se les vea hasta que se destapen…Pues eso; juegos florales estilo PP de Calahorra.

Entre los cuatro gigantes, destacan “Quintiliano” y “La Matrona” y sorprende “Musa” y su esposa “Assona”, dos personajes musulmanes estos últimos, que nada tienen que ver con Calahorra ni con su historia, aunque afirme el concejal que así se lo han contado.

Musa ibn Musa, también conocido como “Al Qasaw” nació en Arnedo en el año 800 , es decir, dos siglos antes del “sobre el año 1000” que afirma el concejal andaban por aquí. Falleció en Tudela 62 años después.
Este arnedano ilustre a los 20 años de edad desposó a su propia sobrina, Assona Iñiguez, una navarra de alto linaje ( hija del rey de Pamplona) con la que tuvo 5 hijos, habitando el Castillo de Arnedo, al mando de la influyente familia Banu Qasi.
También estableció residencia ocasional en Tudela y Zaragoza, pero siempre vinculado a su localidad natal.
Fue gobernador de una importante porción en el norte de Al-andalus, y dirigió numerosas campañas militares.
Medio siglo después de la muerte de Musa, ( año 908 ) al rey de Pamplona, Sancho Garcés I ( de la dinastía Jimena) se le atribuye la toma del Castillo de Arnedo expulsando a los descendientes de la familia Banu Qasi.

Este personaje histórico arnedano (Musa ibn Musa) y su esposa son los elegidos por el ayuntamiento calagurritano para desfilar por las calles de la Ciudad Bimilenaria, junto a la Matrona y Quintiliano, lo cual parecerá más o menos acertado, o directamente importará poco, pero ante todo que no nos cuenten cuentos chinos ni nos los quieran meter con calzador, como si realmente fueran personajes propios de la historia de Calahorra. No lo son.

No existe constancia histórica ninguna de la presencia o relación directa de Musa con la ciudad de Calahorra, ni documento que los vincule, y mucho menos que “se asentaran aquí alrededor del año 1000”, tal y como gratuitamente afirma Eguizabal, entre otras cosas porque había muerto siglo y medio antes.
Únicamente encontramos la difusa ubicación de una batalla que Musa libró contra otro musulmán ( Harit Ibn Bazi) , acontecida en alguna parte entre San Adrián y la desembocadura del Cidacos junto al Ebro (Alberto Cañada Juste)
Muy al contrario, de lo que sí que hay constancia histórica es de que ese personaje ( Musa ibn Musa) siempre estuvo vinculado a la localidad de Arnedo, que en esos momentos históricos (tras la decadencia del imperio romano, la oscuridad visigoda y la ocupación musulmana), era una ciudad importante en la zona, (más que Calahorra en aquel momento), siendo incluso capital de una de las 26 provincias en las que los musulmanes dividieron la porción ocupada de nuestro país.
Algo que puede volver a suceder, ya que en los últimos años el “reinado de Luis Martínez Portillo" ( de la familia PP) está trabajando duro para devaluar Calahorra y su influencia sobre toda la comarca como cabecera de la misma, que todavía es.