jueves, 6 de noviembre de 2025

¿Destrozar el paisaje de La Rioja con dinero público?

Cada mañana al despertarme, lo primero que veo frente a mi cama es el cuadro que ilustra este artículo. Un acrílico sobre lienzo de 115 cm por 147cm, obra de la artista jarrera, Paula Guido Nicolás. Se trata del hasta hoy sacrosanto paisaje del viñedo de La Rioja. En este caso unas viñas en octubre, a los pies de los Obarenes, en la comarca de Haro.

Este 2025 ha sido un año especialmente intenso en la demostrada hipocresía del Partido Popular de La Rioja, a la hora de abanderarse como protector del paisaje en nuestra comunidad. En esto, como en casi todo, el Partido Popular no piensa en el bien común y, mucho menos en la naturaleza y su conservación. Su único interés es económico. Va saltando de extremo a extremo en función de por donde sople el viento.

En los últimos años han emprendido una cruzada contra la producción de energía renovable. Según ellos ya hay más que suficiente y,  su implantación sobre el territorio es incompatible con el viñedo y con el paisaje del viñedo. Eso dicen.

Esta máxima, que desarrollada puede tiene su sentido, en realidad no es otra cosa que un trampantojo para ocultar los intereses de cada momento. En este caso  luchar contra la independencia energética y contra el autoconsumo, favoreciendo el uso de combustibles fósiles.

Desde la entrada en el Gobierno de La Rioja, hace dos años, de la popular Noemi Manzanos, los postulados y posicionamiento de un sindicato agrario (el suyo) han pasado a ser exactamente la política de Agricultura, ganadería y medioambiente del Gobierno de La Rioja.

En esta comunidad, en materia de paisaje,  no se sigue lo que marca la ideología liberal  del Partido Popular, sino directamente los intereses que Manzanos defiende por encima de cualquier otra cosa. Si interesa proteger los viñedos se protegen y si se pide su arranque se arrancarán.

Llegan horas bajas para el sacrosanto paisaje del viñedo de La Rioja. Está en peligro máximo, y ello es debido única y exclusivamente a cuestiones económicas, que son las que siempre priman por encima de todo en las políticas de la derecha.

El viñedo ha sido considerado un bien patrimonial y paisajístico hasta que ha dejado de ser rentable y, esa falta de rentabilidad, lo que nos avanza en el horizonte inmediato no es otra cosa que el arranque masivo de viñedos en La Rioja. Un arranque que se sabe por dónde empezará, pero no donde terminará. Y esa destrucción de un valor patrimonial y paisajístico como el viñedo, no deja de ser un ataque directo y frontal contra los paisajes de La Rioja, que hasta el día de hoy tanto alardeaba de proteger el Partido Popular.

En alguna parte (en la que se adoptan las decisiones importantes), han debido pensar que andar subvencionando destilaciones de vino y cosechas en verde (pagar por tirar la uva), es un disparate económico y social y, han pasado a vislumbrar un horizonte de arranque de viñedos. Todo ello subvencionado con dinero público.

En los próximos años se va a cerrar un círculo vicioso sorprendente, que se abrió a finales de los 80 del siglo pasado con plantaciones masivas de viñedo, y un aumento especulativo del papel y la masa vegetal. 

La entrada de nuevas variedades, con un acento importante en la uva blanca, supuso la transformación de cientos y cientos de hectáreas de terrenos que antes estaban considerados como forestales y pasaron a ser terrenos agrícolas. En aquellos momentos poco importaba la excepcionalidad de los paisajes forestales (como en las faldas de la Sierra de Yerga) que eran transformados mediante autorización de la Dirección General de Medio Natural en más y más viñedos. Mucho menos importaron los cientos de hectáreas de pastizales salinos y vegetación esteparia, que fueron arrasados en Alfaro y otras zonas para nuevas plantaciones.

Cuando la denominación de origen calificada Rioja cumple su centenario, se inicia el camino inverso y quienes ahora están en peligro son los paisajes del viñedo, que van a ser aniquilados de todas aquellas zonas en las que se considere que ya no son rentables. Se demuestra una vez más la hipocresía que tiene la derecha a la hora de hablar sobre los paisajes y su protección. La indiferencia y desafección que tienen ante la biodiversidad. 

Queda al descubierto que el único elemento que verdaderamente protege la derecha es el dinero…Se encuentre donde se encuentre...tenga la forma que tenga.


No hay comentarios :

Publicar un comentario