jueves, 11 de julio de 2013

Dolores de Cospedal y la "transparencia" del Partido Popular

Una vez más queda constatada la calidad de la “transparencia” con la que el Partido Popular pretende hacernos creer que sus altos dirigentes son honrados y no se llevaban la pasta negra y a manos llenas. peculiar concepto de transparencia - según el PP- se viene a consolidar en forma de hipócrita conducta, que exige pulcritud absoluta al prójimo-o al contrincante- pero que no les afecta a sus dirigentes.
La prueba más evidente de ello se ha producido hoy mismo en el parlamento nacional, donde el rodillo de la mayoría absoluta del PP ha impedido que el presidente Mariano Rajoy traslade sus impresiones y su testimonio a los representantes legítimos del pueblo español.
Se da la paradoja vergonzante de que con una mano el PP quiere imponer una ley de presunta ética y transparencia que no se creen ni ellos y, al mismo tiempo, alza la mano de sus diputados para que impidan que un Rajoy – al que los periódicos de todo el planeta ya conceptúan como corrompido- explique lo que presuntamente cobró en negro y de forma ilegal siendo ministro de Aznar.

Bárcenas se ha convertido ya en un personaje de leyenda (a la altura del Lute o de Luís Roldán) que tiene las llaves y las pruebas definitivas para poner de patitas en la calle al Gobierno de Rajoy. La manta que tapa la corrupción de la cúpula del PP se ha comenzado a deslizar y de las esquinas tiran con fuerza Pedro J Ramírez y Esperanza Aguirre, emocionados ante la perspectiva real de poder armar una alternativa ultraliberal y conservadora que suceda al descafeinado Rajoy.

Mientras esto sucede en el Congreso de los Diputados y en la prensa, la justicia sigue con su marcha lenta pero constante.El Fiscal anti-corrupción pide que el juez Ruz que llame a declarar como testigo (de momento) a la Secretaria General del partido Popular (María Dolores de Cospedal) de la que pocas verdades podemos esperar. Quiere que explique las donaciones multimillonarias de las constructoras y su reparto. Una declaración que puede llevar a la imputación por parte de Ruz de la propia Cospedal y de algunos otros altos mandos del PP. Una visita que deja cada vez más clara la cruzada que algunos sectores - todavía minoritarios- de la judicatura española han emprendido contra los políticos corruptos (o sospechosos de serlo). Una cruzada merecedora de una reflexión más profunda.


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