Sin palabra

Terminado enero las águilas reales están inmersas de lleno en el celo. Planean juntas a pocos metros de distancia una de la otra, y se entregan a vuelos acrobáticos y alharacas que demuestran su mutuo amor.

Esta mañana andaba yo por la sierra, ensimismado en la contemplación de una pareja de reales, cuando -por el hueco que queda entre el ocular de los prismáticos y mi propio ojo- me he percatado de que una silueta humana se me acercaba con un arma larga en las manos. Era un cazador.
Es muy raro que un cazador se dirija hacia ti en el monte (cuando eres un Agente Forestal), lo habitual es que sigan a lo suyo, emprendan camino contrario o se hagan los despistados si intuyen que puedes pedirles los papeles o afearles alguna situación contraria a la ley.
Pero este cazador se me venía como una flecha y eso denotaba que algo importante (al menos para él) me iba a trasladar.
Cuando lo tenía a cuatro metros lo he reconocido. Era un vecino de Calahorra, que por estar casado con una forastera (pese a ser calagurritano) podía cazar en el coto donde nos encontrábamos.

- ¡Coño Garchi!, ¿Qué vida por aquí campeón?
- Pues ya ves, trabajando. Y María ¿qué tal está?, hace mucho que no le veo. Parece mentira que vivamos en el mismo pueblo.
- Desde luego que sí. Está muy bien, le daré recuerdos de tu parte. Pues te he reconocido por el coche, y quería preguntarte una cosa aprovechando…

Terminadas las palabras de cortesía me esperaba que comenzase el típico rosario de preguntas sobre la ley de caza, o dudas sobre la nueva normativa de recolección de setas, quejas por alguna denuncia de otro compañero, o similar…Pero no. Este conocido, y paisano calagurritano no me quería por ser Forestal, sino por ser concejal de su pueblo.
Se encontraba muy enfadado con la generalizada corrupción del Partido Popular en toda España, y por los escándalos en las contrataciones de ayuntamientos como el de Valencia que estaba destapando la Guardia Civil.
Quería saber cómo había resultado la auditoría de todos los contratos públicos adjudicados por el Ayuntamiento en los últimos cuatro años que le había obligado a realizar a Portillo el partido CIUDADANOS (Cs) como condición para volver a ponerlo como alcalde.
Me ha entrado la risa floja, y mirándole a los ojos le he dicho: ¿A ti también te la han clavado estos de Cs?. El tío no ha dicho ni que sí, ni que no, por lo que intuyo que les votó…Otro más de los damnificados con la fraudulenta campaña de “El Cambio”. Un cambio que ha consistido en colocar al mismo que ya llevaba 20 años colocado.

Le he explicado que aunque se firmó un acuerdo por el cual en menos de tres meses se debía contratar una auditoría externa de los últimos cuatro años, nada se ha hecho, ni se va a hacer…Ni mucho menos desde Cs les van a obligar al Partido Popular a cumplir este punto de su acuerdo, vamos, ni este ni ningún otro, ya que en los siete meses transcurridos, Portillo lejos de cumplir algo lo ha incumplido todo. No se si puede haber manera más evidente de reírse de alguien en su propia cara, pero he de reconocer que Luis en esa materia es “medalla de oro”.
Según el acuerdo de investidura firmado por el PP de Calahorra y Cs, en su punto número de 13, dice claramente que se auditarán todos los contratos y convenios suscritos y adjudicados en los últimos 4 años es decir, en los ejercicios 2011. 2012,2013 y 2014. Se trata de un acuerdo entre las dos partes, (Cs y PP) , que ponía el tope de tres meses para ser comenzada, y que siete meses después lo han olvidado unos y otros.
Y este no es un tema menor, ya que evidencia que el supuesto ímpetu regenerador de Cs acabó donde comenzaba, y que ni se ha cambiado a los que llevan más de dos décadas en el poder, ni se han abierto ventanas. Todo sigue igual...Tapado y apolillado.
En el mismo acuerdo firmado, se puede leer lo que supuestamente iba a suceder si no se cumplían sus puntos....Esto pone:

Los ejes plasmados en este documento serán revisados trimestralmente, para hacer un seguimiento del cumplimiento del presente acuerdo. En caso de no cumplirse los compromisos adquiridos, Ciudadanos se reserva el derecho a bloquear las decisiones de gobierno municipal en los plenos y en última instancia propiciar una moción de censura.

No habrá auditoría, porque de haberla apuesto a que saldrá mierda a bocanadas, tal y como ha sucedido en el único contrato que se ha podido investigar en los últimos 21 años, el de los grafitis.

Es más fácil y menos comprometido mirar para otra parte.