jueves, 1 de septiembre de 2016

la corrida del día grande

Que la feria taurina de Calahorra está muerta y enterrada lo reconoce ya cualquiera que tenga un mínimo sentido (ya sea común o taurino). Pero siempre quedará alguno que le vea virtudes a la infumable charlotada con la que -en el terreno taurino- se celebró el día grande de las fiestas patronales de Calahorra (31 de agosto), en la que se lidiaron 4 erales (con muerte) y un becerrito (este libró) a manos de un jubilado (jesulín) , una señora ( que no recuerdo su nombre) y un niño de 11 años (J.A .Donaire). Todo un “cartelazo”.

Como no podía ser de otra manera ante semejante becerrada, la plaza presentaba los tendidos desolados, con menos de un quinto del aforo ocupado (que dicho sea de paso es de 6.400 localidades).
Poco mejor fueron las dos citas anteriores. La corrida de “a pie” celebrada el sábado registró 1.830 entradas vendidas, y para la de rejones del día siguiente la cifra de localidades rondó las 1.600.
Unas cifras de asistencia tan malas que dejan incluso en buen lugar las registradas el pasado año, que eran hasta hoy las peores de la historia. Una historia (la de la Plaza de Toros de Calahorra, que ha visto en las dos últimas décadas como su feria taurina se desmoronaba:

Calahorra, como segunda ciudad de la Rioja conservó hasta el último cuarto del Siglo XX una importante feria taurina con dos festejos en Marzo y seis en Agosto.
Por el coso de la Planilla, -inaugurado a finales de la segunda década del pasado siglo- han pasado las figuras más importantes del panorama taurino, desde Manolete hasta José Miguel Arroyo “Joselito”.
Por poner un ejemplo elocuente de cual era la entidad de dicha feria, baste recordar que en 1987, en las fiestas de verano de Calahorra se celebraban seis festejos de abono, entre ellos una becerrada, una novillada con picadores, y cuatro corridas de “a pie”. Ese mismo año torearon en Calahorra Pérez Vitoria, Pedro Carra, Rafael de la Viña, Jeromo Santamaría, Raúl Zorita, los dos hermanos Esplá, El Soro, Lucio Sandín, José Antonio Campuzano, Fco. Ruiz Miguel, Julio Robles, Dámaso González, Curro Vazquez, Espartaco y José Miguel Arroyo “Joselito”.
A muchos lectores este plantel de nombres no les dirá demasiado, pero les garantizo que los que entiendan un poquito del tema, se quedarán sorprendidos. En ese mismo año el empresario era Justo Ojeda, y acudió a la feria calagurritana con ganaderías como la de Fermín Bohórquez, Conde de la Maza, Dolores Aguirre o Carmen Camacho.
De todo aquello, nada queda. Solamente un erial de desecho que algunos llaman “Feria” y que interesa mantener, aún a costa de mentir …pero ¿Por qué mentir? ¿Por intentar preservar algo a costa de afirmar que es muy demandado y aceptado por la sociedad, cuando no lo es?...

Y lo peor de toda esta historia es que para que “ese cartel” salga adelante, el Ayuntamiento de Calahorra ha tenido que pagar 50.000 euros (de todos) a una empresa para que organizase los eventos mencionados. Una cantidad económica muy considerable, que no ha dado el fruto esperado, ya que ni ha contribuido a levantar la fiesta taurina, ni mucho menos ha aportado ninguna calidad a unas fiestas patronales que no necesitan para nada de estos despropósitos, puesto que la afición taurina en Calahorra es cada día más inexistente.

Se podrá discutir si es más o menos acertado que un ayuntamiento como el de Calahorra subvencione la organización de una o varias corridas de toros….Eso sí, lo que nadie en su sano juicio puede defender es que ese dinero (50.000 euros este año) sea tan mal aprovechado como lo ha sido en esta ocasión.
A esta cantidad hay que sumarle los más de 40.000 Euros para la contratación de encierros y capeas, pero estos espectáculos obtienen mejor respuesta popular. El total gastado en esta partida taurina ha ascendido a 93.000 euros.

Hay profesionales y entendidos de este mundo del toro que pueden aportar otra visión, a los que de momento no parece que se les haga demasiado caso. Mientras, la sociedad es cada día más contraria a “la fiesta”, y no me extraña, porque hasta los que tengan o hayan tenido afición, terminarán por perderla ante semejantes despropósitos.

8 comentarios :

  1. Si la entrada costase de 10 a 40 euros variando el lugar que se ocupe en la grada ya le digo yo que se llena la plaza hasta la bandera.

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    1. Siiii se llenaría hasta la asta de la bandera, no te jode.

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  2. Es un insulto lo de el día 31, reírse de Calahorra con esa charlotada fantochada

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  3. Es una verguenza que le den más dinero a una empresa que a las seis peñas en su conjunto. las peñas mueven y hacen las fiestas y a los toros van cuatro gatos. Cuanto han dado a las peñas? seguro que 93000 euros ni de lejos.
    Los toros ya es algo muerto, dejen de tirar el dinero de todos

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  4. Lo interesante sería gestionar los toros desde el Ayuntamiento, sin empresas intermedias. así lo hacen en algunas partes y funciona.
    Porque en Calahorra la taquilla se la queda la empresa y a parte le pagamos 50.000 pues es un negocio redondo

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  5. si quieres toros te los pagas tu05 septiembre, 2016

    No sólo es la pasta que se lleva la empresa, sino que además se le consiente saltarse la ley "a la torera" nunca mejor dicho
    Cómo es posible que un bar necesite una licencia especial y una empresa taurina pueda organizar una fiesta hasta las seis de la mañana con un nivel de música insoportable. Un bar tiene que pagar una licencia especial y a estos les pagamos 90.000€ y les dejamos hacer.
    Otra cosa, cómo es posible que les dejen presentar un espectáculo en el que torea un menor de 16 años cuando es algo ilegal
    Y por último, qué pasa con los espectáculos que se anuncian que no cumplen la ley y luego no se hacen, ¿es que en el ayuntamiento les dejan hacer lo que les da la gana sin mirarse los reglamentos?

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    1. si, como los forcados que estaban en el cartel pero llego el día y ni aparecieron ni tampoco dijeron que no iban a aparecer, incumplimiento de lo anunciado en toda regla

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