A finales del mes de febrero del presente año aparecieron por las calles de la ciudad de Calahorra unos hermosos cartelones de chapa, de más de 1,7 metros de altura y 1 metro de anchura, anclados al mobiliario urbano (Farolas) de la ciudad.
Se podían ver en la Glorieta, en Padre Lucas, Numancia…En varios emplazamientos a lo largo de la ciudad .
Estos carteles monumentales, anunciaban la feria taurina de la vecina localidad de Arnedo, una feria organizada por la empresa “Tauroemoción”.
Según las ordenanzas municipales de Calahorra, está terminantemente prohibido colocar publicidad sobre el mobiliario urbano, y esa prohibición a la que se agarran para denunciar a mucha gente que coloca carteles, no tiene salvedad alguna a no ser que el propio Ayuntamiento de Calahorra lo autorice previa solicitud de la empresa.
Estos cartelones de la feria taurina arnedana permanecieron molestando el transito de personas por varias aceras durante un mes, y cuando el PSOE solicitó (vía registro) la autorización para que dicha empresa los colocase, la respuesta del Ayuntamiento fue que no existía autorización, ni nadie del Equipo de Gobierno del PP sabía nada.
Por tanto, es más que evidente que su colocación era ilegal y sancionable. Pese a ello, (a constatarse con meridiana claridad que se ha infringido la Ley), el Ayuntamiento de Calahorra no ha abierto ningún expediente sancionador contra la empresa anunciadora.
Choca mucho esta conducta permisiva del Partido Popular, más si recordamos que hace ocho años la ciudad de Calahorra saltaba a la actualidad de los medios por aplicar con dureza la ordenanza contra un ciudadano parado (de procedencia ecuatoriana) que colocó sobre una farola un cartelito pidiendo trabajo con su número de teléfono.
Al pobre parado le pusieron 92 euros de multa por colocar un folio A4, pero en esta ocasión, al empresario taurino le dejan poner tremendos cartelones sin pagar un puñetero euro.
¿Es la ley igual para todos? Evidentemente no, como demuestra la conducta de un alcalde que pese a conocer que se ha incumplido de forma flagrante la ley, hace la vista gorda, mira para otra parte y…..!Se marcha a los toros a Arnedo!, para asistir a la misma corrida que casualmente se anunciaba en dichos carteles.
Así sucedió el pasado 18 de marzo, a las 17.30 de la tarde, en la que por obra y gracia del Espíritu Santo aparecen varios concejales del Partido Popular de Calahorra en uno de los burladeros VIP de la empresa que gestióna la plaza de toros de Arnedo (Arena Arnedo) viendo la corrida de Victorino en primera línea. Entre los agraciados, tal y como se puede contemplar en la fotografía, figura el propio alcalde Portillo, y sus concejales de Contratación (Eguizábal) y Cultura (Arcéiz).
Su presencia en esa corrida, me plantea serias dudas éticas, por lo inconveniente y por lo descarado.
Baste decir, que el palco de callejón que ocupan los ediles calagurritanos tenía un precio de 920 € para esa corrida….¿Lo pagaron de su bolsillo Portillo, Eguizábal, Arcéiz y compañía?...¿Fueron invitados por la empresa?
En el supuesto de ser la segunda respuesta afirmativa, sería muy poco aseado porque implicaría asistir a una corrida de toros por la patilla, mayormente si se hace invitado por una empresa a la que se le ha permitido hacer en tus calles algo que no se permite a otros, y que te has negado a sancionar conforme a la ley.
martes, 9 de mayo de 2017
Amor con amor se paga
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jajaja, seguro que pagó el palco el eguizabal jajaja, 920 euros eso no es nada para el.
ResponderEliminarTREMENDO
Existe una figura en el código penal, que se define como “Cohecho pasivo impropio”, y se comete cuando las autoridades públicas aceptan regalos o prebendas de terceros, con los que terminan teniendo, o habían tenido, una relación contractual en las administraciones bajo su mando. En román paladina, que alguien reciba un regalo por parte de alguien que no se lo debería dar.
ResponderEliminarNos dice el artículo 422 del código penal que cometen cohecho pasivo “impropio” >>> la autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, admitiera, por sí o por persona interpuesta, dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su cargo o función.
Me parece lamentable que esos carteles que todos hemos vistos por las calles atados con una cadena a las farolas no hayan sido denunciados por la policía . Vivimos en un régimen de tratos de favor, y el peruano ese a pagar 90 euros.
ResponderEliminarY ciudatans tragando a boca llena
En la calle Gallarza donde la parada de autobús había uno que ocupaba medida acera y provocaba atascos de gente. Cuando lo vi pensé quien había tenido tan poca cabeza de autorizar su colocación. Ahora me lo explico todo.
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