domingo, 18 de agosto de 2019

La influencia de la caza en la política


La pasada campaña electoral tuvo un actor inusual, que pretendió colocarse en un lugar de influencia ante los electores.

La Caza, o mejor dicho “algunas personas” vinculadas a esta actividad, al calor de determinadas formaciones políticas -como el partido de extrema derecha VOX-, quisieron colocar al colectivo de cazadores de ariete; abriendo un camino que los llevase a inclinar la balanza electoral hacia la derecha.
No disimulaban lo más mínimo su predilección por el Partido Popular y por VOX, ni tampoco su animadversión hacia el PSOE, Izquierda Unida, Equo y Podemos.

Tal vez se creían con más fuerzas de las que demostraron tener, o tal vez pensaban que las personas normales deciden su voto por cuestiones semejantes, dejando a un lado otras verdaderamente importantes como la sanidad, la educación, la corrupción, los derechos sociales o los modelos económicos. Pensaban que los practicantes de la actividad cinegética eran autómatas sin criterio a las órdenes de determinados presidentes de coto y que se les podía indicar la dirección correcta de su voto.

En todo el país muchos de estos dirigentes de federaciones y clubes cinegéticos, estaban en la creencia de que sus federados y compañeros de afición iban a votar en masa a las opciones ultraconservadoras con las que ellos se fotografiaban luciendo sonrisas de oreja a oreja. Incluso la propia Federación Española de Caza se embarcó en una campaña que llevaba como título “La Caza también vota” en un evidente intento de hacer valer su supuesta potencia como baza para ganar influencia. Su presidente incluso pasó a formar parte de la lista de VOX al Parlamento Europeo, si bien Ángel López Maraver no consiguió escaño. Le faltaron unas cuantas decenas de miles de votos.
También desde medios de comunicación afines al sector cinegético se intentó orientar el sentido del voto de los aficionados a la caza. La propia revista “Jara y Sedal” en abril de este año colocó un extenso artículo en el que analizaba las diferentes opciones políticas con un claro sesgo negativo hacia Unidas Podemos y PSOE y marcadamente positivo hacia VOX y Partido Popular. Todavía se puede consultar en su Web.
Pero el resultado tras las elecciones ha sido altamente decepcionante para los que querían teledirigir el voto de los cazadores, ya que no han conseguido el objetivo.

Por poner un ejemplo cercano de los frutos de estas maniobras, en La Rioja (dónde la campaña se realizó con verdadera devoción) VOX ni tan siquiera logró entrar en el Parlamento, y en toda la comunidad autónoma consiguieron un único puesto de concejal, cuando estaban en liza 1.016 concejalías. Un resultado francamente escaso y que nos pone en evidencia que la capacidad de influencia de quienes dirigen las organizaciones cinegéticas, es equivalente a su resultado.

El Partido Popular por su parte se descalabró hasta su peor histórico, algo que sucedió en toda España y también en La Rioja pese a confesarse (sus máximos dirigentes) como “adeptos incondicionales” a los postulados cinegéticos.

Por el contrario, han sido las formaciones políticas de la izquierda (esas a las que no había que votar si eras cazador) las que ganaron las elecciones y quienes gobernarán durante los 4 próximos años.
Aquello de no vender la piel del oso antes de cazarlo le sonará a más de uno.