Un equipo en descomposición

Se acaba de cumplir un año de la llegada por sorpresa de Mónica Arceiz a la alcaldía de Calahorra,  y el destrozo en la ciudad ya es de dimensiones siderales. Ella no pensaba ganar las elecciones ni en sus mejores sueños, pero aquí está. 

El primer error que cometió cuando decidió encabezar la lista fue subestimar a sus potenciales votantes, que le concedieron 10 concejales pese a confeccionar lo que en política se considera una lista de contingencia. Una candidatura con demasiadas personas sin la menor experiencia política ni de gestión. 

 En abril de 2023 poder ganar al PSOE en Calahorra parecía una empresa imposible desde el sentido común , máxime teniendo en frente al equipo de gobierno más eficaz de la historia reciente de la ciudad, con una hoja se servicio sobresaliente. 

Para entender como pudo conseguir Arceiz 10 concejales hay que comprender que se vota reflexionando con los intestinos. Hay que ser de aquí para entenderlo. Los mismos concejales hubiera sacado esta lista del PP, que otra integrada por ladrillos, percheros y paraguas que se hubiesen presentado bajo sus siglas. La suya fue una lista electoral que  hacía aguas por todas partes y que nos ha regalado en tan solo once meses dos dimisiones, a las que hay que sumar dos medias dimisiones y otras dos renuncias.

La primera de las dimisiones la protagonizó Félix Cristóbal.  Fichaje “estrella” de Arceiz que parecía venir a comerse el mundo…Pero el mundo acabó por comérselo a él. En su prematura marcha tuvo mucho que ver la decisión de Arceiz de rechazar 2,86 millones de euros de fondos europeos que el anterior gobierno socialista había conseguido para modernizar el polideportivo municipal la Planilla. La presión  hizo el resto.

Con la sustitución de Cristóbal hubo suerte…entró David Antoñanzas, ex concejal por UPYD (y también con Luis Martínez Portillo) que aunque no tenía experiencia de gestión es una persona muy sensata…que no es cosa menor en el actual PP.  Pero con  Antoñanzas se le agotó la suerte a Arceiz, y ya no le queda más para el resto de la legislatura.

La siguiente “semidimisión” la protagonizó la concejala Isabel Sáenz, persona razonable que estuvo a punto de largarse…finalmente la convencieron y sigue, aunque sin buena parte de sus competencias iniciales, que se le han adjudicado a la Sra. Zapata.  Hubo una segunda “semidimisión” de la que poco se ha hablado, la de António Mazo; concejal de urbanismo y “tiempo libre” que abandonó sus principales responsabilidades contratando en su lugar y con dinero público a un arquitecto de prolongadísima trayectoria laboral , que actualmente se lleva crudo cada mes más de 5000 euros brutos por hacer el trabajo que no hace el concejal de urbanismo. Con esta descarga de trabajo sobre la espalda plateada de Ameyugo, el Sr. Mazo es ahora exclusivamente concejal honorífico de urbanismo y a plenitud de tiempo libre…Esa sí que fue una jugada maestra. Me descubro.

La última dimisión no me ha cogido por sorpresa en absoluto. Estela Cabezón no cumplió el año, pero sí las expectativas. Creo que hubiera sido una buena concejala con otra persona al frente de su equipo, pero nunca lo sabremos.  Con su marcha Arceiz pierde una pieza fundamental en la endeble estructura de gobierno, al tiempo que se introduce en el pantanoso terreno del relleno de su propia lista.

Buscar un buen recambio para Cabezón entre el resto de la lista no es posible, máxime tras la renuncia de la Sra. Cristina Sobejano, que inteligentemente declinó la invitación a entrar en esa jaula de grillos en la que Arceiz ha convertido el ayuntamiento calagurritano. A partir de Sobejano la lista del PP es - salvo honrosas excepciones- un áspero páramo yermo, en el que el primer número de la bonoloto lo lleva una auténtica hater del Facebook conocida por toda la comunidad virtual de ese patio de corrala.  Con su entrada en el ayuntamiento la Sra. Arellano pierde su “comodín de ciudadana anónima” y pasa a colocarse en ese escaparate en el que viven  los políticos …siempre expuestos a la crítica, recibiendo tomates, berzas  y escupitajos…y en muy raras ocasiones alguna flor. No veo yo a esta señora soportando con estoicismo y encajando con flema inglesa lo que se le va a venir encima... las mil gilipolleces (o no)  sin fundamento  que seguramente van a decir de ella en las redes…

Porque ya  sabemos que el deporte nacional de aquellos que nunca en su vida han hecho nada por los demás ni por su sociedad es criticar e insultar en las redes sociales. Luego cuando te los cruzas por la calle se cambian de acera, bajan la cabeza, o caminan ligeros bajo unas gafas de sol que no se quitan ni aunque sea de noche …en estos y otros antros del Facebook se manejan con soltura desde el lado emisor, pero  la cosa se ve  muy distinta cuando cambian las tornas y te toca estar  en el receptor.

¿Y ahora qué?

En Calahorra ni el más “tonto del pueblo” (y ese es un título muy disputado aquí), es ajeno a lo que está por venir. Si en tan solo doce meses de gobierno han dimitido dos concejales (y casi otros dos) todo indica que habrá más dimisiones y más renuncias en los meses venideros. 

Las personas somos débiles por naturaleza y también egoístas y orgullosas. No todo el mundo soporta recibir órdenes de un líder, y mucho menos si es un tirano. Aquellos y aquellas  sin capacidad de sufrimiento, sin encaje para la crítica, sin voluntad de trabajo y sin espíritu de perder su tiempo por la ciudad, no son buenas para ocupar un puesto de concejal ni conformar una candidatura. Ser alcalde o concejal de tu pueblo supone un grandísimo compromiso, una implicación a tiempo completo y una responsabilidad que no todos pueden mantener… y tener más aguante que el Santo Job. Por ello se merecen todos y todas una medalla bien grande…aunque también a veces toque soportar críticas como esta, que por lo menos está argumentada.

 He visto dimitir a concejales por discrepancias con la dirección, por problemas de salud, por ataques de protagonismo no satisfecho, por incompetentes, por conflictos ideológicos, por cambios de trabajo y de lugar de residencia, incluso  por no dejarle fumarse un pleno de presupuestos para irse de vacaciones a Canarias …He visto de todo, pero nada parecido a la situación actual del Ayuntamiento de Calahorra, que se puede considerar de auténtica descomposición.

Incluso otros integrantes de la lista, como la Sra. Adán, están abandonando el barco de Arceiz, porque no quieren participar ni comparten este desastre. Y no tienen el menor problema en hacer público en Redes Sociales su estupor ante lo que sucede. No les van a quedar ni suplentes para las próximas dimisiones que están por llegar.

En los próximos meses creo que vamos a asistir a más dimisiones y más renuncias, porque lo que está pasando aquí no es ni medio normal. Deseando también de escapar estaría alguna liberada política…e incluso funcionarios de alto rango esenciales para el funcionamiento del Ayuntamiento.

 La candidata que venía a regenerar, a traer otro aire, a recuperar el casco antiguo, a terminar con una “sensación de inseguridad” (que solo existía en su cabeza), nos está dejando el Ayuntamiento y la ciudad como unos zorros…y todavía le quedan por delante 3 años. Y todo ello lo está haciendo exclusivamente gracias a los que le votaron y al imprescindible apoyo que le prestan sus socios de gobierno; ese extraño trío que a la hora de votar en comunión compone el propio PP junto a VOX e Izquierda Unida.💙+💚+💜 

Vamos, que la culpa de este desastre no es solamente de Arceiz, sino de los que lo han hecho y siguen haciéndolo posible. 

(*)  Curiosa y elocuente conversación en un grupo de Facebook en abierto entre una concejala del PP (Isabel) y una de las integrantes de la candidatura (Encarnación)  que anuncia su renuncia ante miles de lectores