La carretera más bonita del mundo...está en Islandia.

Las carreteras son infraestructuras, que desde hace miles de años nos conectan con otras personas y pueblos. Que nos permiten viajar de una forma cómoda, rápida y segura. Las hay mejor y peor asfaltadas, más o menos sinuosas, con mayor o menor pendiente…en mejor y peor estado de conservación. Su discurrir nos transporta entre espacios humanizados, salvajes, forestales, agrarios, yermos páramos o acantilados costeros.

En Islandia hay una carretera singular, la que probablemente será la más espectacular de las carreteras del planeta. Y no lo digo gratuitamente, sino después de haber conducido por las carreteras de más de una cuarentena de países, en cuatro continentes.

La carretera número 1 de Islandia también es conocida como: “Ring Road”. Su trazado es circular. Nace en la capital, Reikiavik, visitando en primer lugar toda la parte sur de la isla, pasando por Selffos, Vik o Höfen, lo que permite disfrutar de espectaculares marismas, cascadas, estuarios, glaciares y playas de arenas negras con acantilados basálticos.

Recorre también toda la zona costera del este del país y, también la parte norte hasta Akureyri, para finalmente por el oeste de la Isla, terminar nuevamente en la capital, tras atravesar campos de lava, zonas volcánicas y fiordos inolvidables, en un país geológicamente exuberante.

No se trata de una carretera especialmente ancha, ya que, en la mayor parte de su recorrido, se asimilaría mucho a cualquier carretera regional española. No tiene arcén; solamente una banqueta asfaltada para dos carriles, uno en cada sentido. El asfalto, por lo general, está en muy buenas condiciones en toda la carretera.

Lo excepcional de la Ring Road radica en los espectaculares paisajes que atraviesa, a lo largo de sus 1332 kilómetros. Dependiendo de la época del año, grandes bandadas, de miles de ejemplares de cisnes, barnaclas y ánsares nos acompañan en algunas partes del recorrido y, también hay múltiples ocasiones para disfrutar de los caballos islandeses y los renos.

La mejor época del año para atravesarla (en mi opinión) la primera quincena de mayo, porque la carretera está prácticamente vacía y normalmente,  ya no hay hielo.